Por lo regular las elecciones del presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada suelen ser una especie de formalidad porque los agentes decisorios se ponen de acuerdo con anterioridad.
De esa misma manera hay una inclinación a la alternabilidad, teniendo el segundo periodo como la frontera superior.
En esta oportunidad el Conep parece haberse contagiado de los partidos y hay una sórdida disputa que no deja claro si con la intención de reelegir por un tercer periodo a Pedro Brache o de impedir el ascenso a la presidencia de Ligia Bonetti.
No sólo están divididos los representantes de empresas o grupos empresariales, sino hasta familias icónicas donde hay hermanos con Ligia y otros con Pedro.
El “liderazgo tradicional” del Conep también está dividido, aunque con mayor inclinación hacia Brache, mientras que las nuevas generaciones tienen predilección por Ligia.
Los empresarios preferirían que este tema no se debatiera, pero tienen que aprender a que la transparencia es una sábana que se ha alargado y ahora abarca más.
Ramonet y Abinader
El presidente Luis Abinader ofreció la semana pasada una cena en honor al sociólogo y periodista español Ignacio Ramonet, quien dirigiera importantes periódicos en Francia.
Luego de la exposición de Ramonet se abrió un conversatorio, donde tanto el invitado como el anfitrión externaron sus puntos de vista sobre el papel del Estado en las crisis.
Mostraron visiones respetuosas, pero divergentes, especialmente en el rol del Estado a la luz de la pandemia y posterior a la pandemia.