SANTO DOMINGO.- La situación en San Francisco de Macorís ha comenzado a ser diferente luego de la intervención de las autoridades para frenar el creciente contagio y muertes por coronavirus, que ya suma 23 y 102 infectados en esa demarcación, de acuerdo al último reporte del Ministerio de Salud Públicas.

Residentes de San Francisco consultados por EL DÍA, expresan que ha llevado un poco de calma el que en los últimos días el número de fallecidos a causa del virus muestra un constante descenso, a pesar de que los contagios siguen aumentando.

Como parte de las restricciones en la provincia, todas las entradas a la ciudad permanecen bloqueadas, se fumiga frecuentemente y se mantiene el patrullaje de policías y militares, como parte de la medida de aislamiento para evitar la propagación del Covid-19, mientras que solo los supermercados y los colmados se mantienen dando servicio a la población que ha decidido acatar el llamado de quedarse en casa, explica el abogado Galileo Morales.

El jurista hizo un llamado a los Comedores Económicos para que aplique los protocolo de seguridad en el reparto de los alimentos, ya que los beneficiarios la reciben en aglomeración y sin protección.

Desmintió que lo dicho por el ministro de Salud de que el brote se debe a la realización de carnaval, las elecciones o juegos de vitillas, dómino y gallos, porque según explica, eso se realizó en todo el país.

“Eso es mentira, esto es de los hospitales es fruto de la ineficiencia de ellos mismos, el mal manejo del gobierno y no de la ciudadanía”, indicó.

Sin embargo, para una agente de la Policía Nacional consultada por EL DÍA, la situación es cada vez peor, lo que sustenta en el caso de su madrastra, quien dijo la dejaron morir en el principal centro privado de esa ciudad, donde llegó con el virus y no pudo aguantar cuatro días por la falta de atención.

Externó preocupación de su familia debido a que su hermano lleva varios desde el pasado viernes en aislamiento porque era quien atendía a su madre, pero cuando llama al 911 le dicen que tienen muchas personas en espera y no pueden atenderla a todas a la vez.

La joven de la uniformada desconfía en las cifras de fallecidos que ofrecen las autoridades, y explica que han muerto muchas personas en sus hogares a los que Salud Pública nunca le brindó atención ni tuvo conocimiento de los casos porque no fueron llevados a un centro de asistencia.

“Aquí todos los días sacan uno muerto y nunca ha ido Salud Pública. Mira el caso del hermano mío trancado, que fue quien tuvo contacto con la mamá, si él se muere y no le hacen la prueba, tampoco lo van a contar porque ellos no saben su situación”, agregó con preocupación.