PEKÍN.– La disidencia china celebraba este sábado la atribución del Nobel de la Paz al encarcelado intelectual Liu Xiaobo, pero temía haya una nueva ola de represión después de la detención de militantes ocurrida inmediatamente después de anunciado el premio.
Después de que los defensores de los derechos humanos se felicitaran por la concesión de este premio al disidente encarcelado, la policía detuvo el viernes por la noche a decenas de partidarios de Liu Xiaobo que celebraban el galardón, indicaron este sábado un abogado y una organización de defensa de los derechos humanos.
«Anoche hubo gente detenida por la policía. No quieren que la gente se reúna o celebre», declaró a AFP Teng Biao, un abogado de militantes de los derechos humanos.
«Es un verdadero rompecabezas para el Gobierno, no quieren que la gente sepa», dijo en relación al premio Nobel para Liu.
La organización Defensores de los Derechos Humanos en China (CHRD), con sede en Hong Kong, también dio cuenta de detenciones.
«Mientras algunos se reunían en pequeños grupos para celebrar este acontecimiento importante, varias decenas de partidarios de Liu fueron detenidos», declaró la organización en un carta pública.
Liu Xia, esposa de Liu Xiaobo, llegó este sábado a la provincia de Liaoning (noreste de China) donde está detenido y espera poder verlo el domingo, indicó el Centro de Información de los Derechos Humanos y de la Democracia con sede en Hong Kong.
El diario oficial Global Times estimó que el comité Nobel se había «deshonrado» y que el premio de la paz había sido «degradado en un instrumento político al servicio de motivaciones antichinas».
«Una vez más, el comité Nobel mostró su arrogancia y sus prejuicios contra un país que hizo progresos notables en las últimas tres décadas en el terreno económico y social», sostiene el diario en un editorial que alude al premio Nobel de la paz de 1989, otorgado al jefe espiritual tibetano, el Dalai Lama, acusado por Pekín de acciones separatistas.
«Ninguna de los dos figura entre los que en las últimas décadas han contribuído a la paz y al crecimiento en China», prosigue el periódico, que depende del Diario del Pueblo, órgano del PC chino.
«Evidentemente, el premio Nobel de la paz este año está dado para irritar a China», prosigue el Global Times, «pero no lo conseguirá», y China resistirá a las tentativas tendientes a «imponerle valores occidentales».
Liu Xiaobo, de 54 años, un «criminal» para Pekín, cumple actualmente una pena de 11 años de prisión por «subversión del poder del Estado» después de haber sido uno de los autores de la ‘Carta 08’ reclamando la democratización en China.
En los grandes portales de internet Sina o Sohu, las palabra «premio Nobel de la paz» o «Liu Xiaobo» no llevaban a ningún lado y numerosos internautas, acostumbrados a una censura omnipresente, evocacaban a Liu de manera soslayada.
La televisión oficial no dijo ni una palabra sobre la concesión de este Nobel y los reportajes al respecto de las cadenas extranjeras, como la estadounidense CNN o la francesa TV5, fueron censurados. El viernes por la noche, los mensajes escritos por teléfono móvil (SMS) que tenían el nombre de Liu no llegaba a sus destinatarios.
El abogado Shaoping, que dirige el gabinete que defendió a Liu, explicó este sábado a AFP que China debería estar orgullosa de que uno de sus ciudadanos haya sido galardonado con el premio Nobel de la Paz.