Salutaciones
Compañeras y compañeros,
Como siempre encontrarme aquí con todos ustedes es para mí un honor, porque es en estos momentos en los que puedo dirigirme a los perremeistas y donde puedo mirar los rostros de cada uno de ustedes y ver reflejados su espíritu de lucha, su entusiasmo, su pasión y los ideales democráticos que encarna nuestro partido, El Partido Revolucionario Moderno.
Quiero empezar reconociendo los valores y las causas sociales que como partido hemos defendido siempre. Son los valores de justicia social, democracia, honestidad y transparencia los que nos mueven como organización y la razón de ser de nuestro partido.
Somos el partido que representa a todos los dominicanos, a los campesinos, obreros, jóvenes, profesionales, mujeres, empresarios, SOMOS EL PARTIDO DE TODOS. Somos el partido que mejor representa a la República Dominicana.
El cambio político que todos anhelábamos llegó a nuestro país de la mano de un partido muy joven, pero cargado de la experiencia que traían consigo los miles de hombres y mujeres que decidieron acompañarnos en las elecciones municipales de marzo 2020, y luego en las presidenciales del 5 de julio.
Hace casi dos años asumimos la Presidencia con un alto grado de compromiso, sabiendo que tendríamos que atravesar momentos muy difíciles y superar obstáculos, pero los hemos hecho gracias a la voluntad del pueblo, el empuje de nuestras convicciones y a la colaboración incansable de la militancia del PRM.
Sintámonos orgullosos de lo que estamos logrando a pesar de las adversidades. El camino ha sido duro, difícil, pero siempre supimos que hacer las cosas bien y de manera justa era la única forma de honrar nuestra palabra.
Hemos aprendido de los errores del pasado y estamos construyendo, día a día, un mejor partido y un mejor país.
El PRM representa el esfuerzo para la superación del individualismo que corroía la confianza interna y afectaba la unidad partidaria de los viejos partidos, y se ha convertido en un espacio en el que todos trabajamos para mayor gloria de nuestro país, siempre guiados por los ideales socialdemócratas que representó José Francisco Peña Gómez, y que representan ahora lo mejor de nuestra esencia.
Este es un partido que camina hacia la madurez, que está consciente de su responsabilidad histórica y de su rol en la coyuntura actual, y una muestra de ello es que se haya llegado a un consenso cercano al 80% en la dirección de los organismos provinciales y municipales, y por ello debemos felicitarnos.
Compañeros y compañeras, no debemos olvidar nunca, que el verdadero triunfo de un partido político no se alcanza únicamente cuando se consigue el poder, sino cuando este poder se utiliza para servir al pueblo y para solucionar los problemas reales de la gente.
Nosotros somos el resultado de una vocación democrática contraria al caudillismo partidario; un partido opuesto radicalmente al mal manejo de los fondos públicos, al dispendio del erario y a la corrupción que por décadas protagonizaron aquellos que pretendieron convertirse en empresarios cuando estaban gobernando.
Fundamos el Partido Revolucionario Moderno para defender la democracia; nacimos para devolver la dignidad a un país que pedía a gritos libertad, justicia, igualdad de oportunidades y trabajo.
Y nos propusimos hacerlo de forma diferente. Con dialogo, abiertos a todos, pensando siempre en primer lugar en los más desfavorecidos y respetando la independencia y la autonomía de los distintos poderes del Estado.
Ese, el respeto al estado de derecho, fue uno de los más sagrados compromisos que adquirí con los dominicanos cuando tomé posesión como presidente. Di mi palabra. Y he cumplido con ella.
Nacimos vistiendo el traje de soldados en la defensa de la democracia dominicana y no nos lo hemos quitado un solo día desde ese momento, porque ese espíritu profundamente democrático es una seña de identidad en el PRM.
Compañeros y compañeras perremeístas,
Hace ya casi dos años, nuestro trabajo y la promesa de cambio hicieron que el pueblo nos convirtiera, con mucha diferencia, en la mayor fuerza política del país. Hoy confirmamos que los dominicanos sabían lo que hacían cuando nos eligieron dirigir la República Dominica. ¿Se imaginan ustedes si el resultado hubiera sido diferente?
Le ganamos en las urnas a una cultura perversa y corrupta que se basaba en los intereses particulares por encima del interés general.
Su tiempo ya pasó, y aunque hoy intenten volvernos a engañar, los dominicanos tenemos memoria y sabemos que donde mejor están es en la oposición. Donde pueden gritar, pero no pueden dañar la vida de la gente y aprovecharse del gobierno. No obstante, tienen el descaro de presentarse con las mismas caras, los mismos personajes con quienes gobernaron.
No se puede pretender volver a la presidencia de un país cuando después de décadas de gobierno no dejaron uno solo de los grandes problemas nacionales resuelto.
Estos señores del pasado dijeron NO al programa de vacunación, a la aplicación de la tercera dosis, mientras la mayoría de los países han seguido nuestro ejemplo y la Organización Mundial de la Salud ha reconocido a nuestro país como uno de los mejores del mundo en la gestión de la crisis sanitaria.
Dijeron NO a la reapertura del turismo y de la economía, y lo cierto es que nos hemos recuperado de una forma extraordinaria, creando empleos y divisas, al punto que somos el país que mejor lo ha hecho en el mundo según la Organización Mundial del Turismo.
Dijeron NO a las patrullas en las calles porque apuesta por el caos y el descontrol en lugar de la paz y la seguridad por la que trabajamos día tras día.
Dijeron NO a nuestra política agropecuaria, oponiéndose a los subsidios a los fertilizantes o a duplicar la cartera de crédito del banco agrícola.
Hace años que dijeron NO a las zonas francas, hoy crecen a un ritmo récord llegando casi a 200,000 empleos.
Dijeron NO a las medidas de protección de la canasta básica.
Dijeron NO a la decisión de duplicar los programas sociales, de pasar de 825 pesos a 1,650 pesos, de pasar de 800 mil beneficiarios a 1 millón 600 mil.
Y hasta criticaron la finalización del contrato del peaje sombra que ahorrará a los dominicanos más de 1,500 millones de dólares.
Critican los proyectos en marcha de Pedernales y Manzanillo simplemente porque fueron incapaces de realizarlos.
Se quejan de problemas que nunca supieron resolver como la inflación o la delincuencia, que alcanzaron cifras récord en sus gobiernos.
Por eso desde aquí, perremeistas, tenemos que decirles alto y claro, a estos señores del pasado y a todos los que pretenden dar lecciones sin haber dado nunca ejemplo, QUE APORTEN O QUE SE APARTEN.
Este es el momento del trabajo, de las ideas, del compromiso, de las soluciones.
Compañeros y compañeros,
El pueblo llevo a la presidencia al Partido Revolucionario Moderno porque se convenció de que los que gobernaron ya no representaba los intereses colectivos, porque habían colocado las ambiciones personales y grupales de sus dirigentes por encima de los intereses de los dominicanos.
Por esa razón, y porque nuestro partido ha demostrado que quiere ser diferente, los dominicanos no solo nos eligieron para gobernar, sino que nos convirtieron en el principal partido del país. Y esa doble condición de partido mayoritario y oficial, más que un privilegio, representa una gran responsabilidad.
No debemos olvidar esto nunca. Porque si hacemos lo mismo que los que estaban antes, si perdemos la bandera de los principios, de la ética, de la trasparencia, de la institucionalidad, lo perderemos todo.
¡No podemos fallarle a nuestro país!
Debemos estar a la altura de las expectativas; porque de lo contrario, pondríamos en riesgo nuestra propia existencia e incluso dañaríamos la democracia que todos disfrutamos.
Sabemos que las circunstancias para desarrollar nuestro plan de gobierno son las más adversas posibles.
Hemos asumido el gobierno en medio de la crisis global más grave que el mundo haya conocido en el último siglo, con una pandemia como la del COVID-19 que ha malogrado la vida de mucha gente y una crisis económica mundial, provocada por la invasión rusa a Ucrania.
Somos un gobierno socialdemócrata, moderno, que ha conseguido crecimiento económico con cohesión e inclusión, con mayor gasto social para quienes más lo necesitan y lo hemos hecho con un manejo responsable de nuestras finanzas públicas como lo han reconocido el banco Mundial, BID, FMI y las instituciones de calificación de riesgo como Fitch y Moodys nos han mejorado los ratings.
Tenemos mas de 14 mil millones de dólares de reservas, un récord por mucho y a diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos nuestra moneda se ha apreciado en relación con el dólar.
Somos una administración que inspira confianza en los mercados, en los inversionistas y en todos los foros internaciones. Hoy República Dominicana está de moda entre los agentes económicos.
Ya no ocupamos los primeros lugares de la corrupción mundial, sino los del crecimiento y la ejemplaridad.
Eso es gobernar bien, con hechos, y no con palabras.
Lo digo con humildad, pero con convicción; pueden estar orgullosos de su partido y de su gobierno.
Gobernamos en medio de muchas limitaciones, pero Dios sabe qué hacemos más de lo que nos permiten las circunstancias y que lo estamos haciendo bien.
No somos perfectos, pero trabajamos siempre pensando en nuestro país, en su gente, sin pensar el costo político que tenga para nosotros.
Para nosotros lo primero es la gente. Por eso hemos duplicado las ayudas sociales, hemos llevado salud, educación y agua donde no había, hemos subido el salario mínimo y aumentado las pensiones para proteger el poder de compra de los dominicanos.
En términos de infraestructuras se están construyendo allí donde vive la gente. Desde las pequeñas obras como aceras, contenes y asfalto en todo el país, siguiendo por las grandes obras viales del sur, de santo domingo este y oeste, o las transformadoras y obras de transporte como los teleféricos, metro y monorriel en Santiago y el Gran Santo Domingo.
Les puedo asegurar que lo que hemos hecho desde que asumimos la presidencia ha sido trabajar, trabajar y trabajar por la recuperación económica, por proteger a las familias de nuestro país y por el desarrollo de la República Dominicana.
Y seguimos trabajando sin descanso para cumplir con los objetivos que nos marcamos en nuestro plan de Gobierno, pero también para cumplir con los compromisos con la militancia y con la ciudadanía.
Sin ustedes, compañeros y compañeras, no hubiera sido posible alcanzar el primero de esos objetivos: Ganar las elecciones generales y empezar un cambio social y político real para nuestro país.
Sin la fuerza de la militancia de un partido joven como el PRM, que salió masivamente a votar por el cambio, con todo su esfuerzo desde las grandes urbes hasta las comunidades más pequeñas de nuestro país, no hubiera sido posible llegar a donde hemos llegado ni hacer lo que estamos haciendo.
Somos el partido del presente y del futuro, aquí están los jóvenes, los nuevos lideres de un partido que tiene la misión histórica de hacer la transición hacia el desarrollo, la trasparencia y el combate a la impunidad en la República Dominicana.
Me siento orgulloso de compartir con ustedes la militancia perremeísta.
Aquí, en el PRM y aliados, hay muchos que podrían dirigir el país igual o incluso mejor que yo. Dejemos para otros el egoísmo de pensar que somos imprescindibles, este no es un proyecto personal en el que todo se basa en el YO. Nosotros somos distintos. Esta organización se trata de nosotros, de un proyecto colectivo y no de gloria personal.
Aquí aportamos todos y ayudamos a forjar nuevos liderazgos que nos aseguran que nuestro proyecto de nación continue más allá de un presidente o un individuo.
El futuro del PRM está aquí, en su gente, en su liderazgo, en sus jóvenes, en sus mujeres, en sus valores. Somos un partido con muchos lideres y con mucho futuro por delante.
Compañeros y compañeras,
Nuestra organización ha logrado calar en los corazones del pueblo dominicano. Y el pueblo sabe muy bien que los cambios requieren de tiempo.
De ahora en adelante debemos tener la fuerza suficiente y la voluntad necesaria para que la transformación que estamos imprimiendo a este país sea irreversible.
Para eso, nuestro liderazgo no solo debe ser político, tiene también que ser social, comunitario. Tenemos que ser la voz y el alma de todos nuestros conciudadanos. Eso nos llevó a la victoria y eso nos garantizará el éxito de nuestro proyecto.
En el gobierno, en los pueblos, ciudades y campos de toda la República tenemos la frente en alta y el pecho erguido para decir con orgullo que estamos cambiando este país con eficiencia y honestidad.
Desde hoy saldremos a la calle con la fuerza de nuestras ideas y el resultado de nuestras políticas a conversar y escuchar a todos los sectores de nuestro pueblo.
Tenemos un gran partido, tenemos un buen equipo y un proyecto sólido para la transformación económica y social, y que garantice el desarrollo de nuestro país.
Ahora, con las nuevas autoridades, vamos a consolidar nuestro padrón de 1,7 millones de inscritos y vamos a incrementarlo a 3 millones para fortalecer nuestra posición como la principal organización política de nuestro país.
Vamos a conquistar las calles con el empuje y la pasión perremeista. Vamos a estar presentes en cada barrio, en cada plaza y en cada municipio. Somos el PRM, somos el partido del cambio y vamos a seguir empujando desde cada rincón para que la transformación que hemos puesto en marcha no se detenga.
Compañeros y compañeros,
Sabemos que el mundo está viviendo momentos difíciles, pero debemos tener claro que lo peor que le puede pasar a nuestra patria es mirar atrás y retroceder al pasado y repetir formulas fracasadas.
Así como fuimos guardianes de la democracia, ahora tenemos que convertirnos en los guardianes del cambio para que el pueblo dominicano no vuelva a mirar hacia atrás.
¡El pasado es corrupción e impunidad, no mires pa’trás!
¡El pasado es despilfarro e ineficiencia, no mires pa’trás!
¡El pasado es atraso y pobreza, no mires pa’trás!
¡El pasado es abuso de poder, no mires pa’trás!
¡Mira pa’lante, no mires pa’trás!
Muchas gracias a todos y todas y que Dios bendiga al Partido Revolucionario Moderno y al pueblo dominicano.