Discriminación por el origen de la persona

Discriminación por el origen de la persona

Discriminación por el origen de la persona

Cuestionar la dominicanidad de una persona por su origen o el de su familia constituye una aberración propia de personas degeneradas, y si el sentimiento abarca a una parte importante de la población, entonces se convierte en reflejo de una sociedad enferma.

Lo peor del caso es que quienes han cuestionado la dominicanidad de atletas que han llenado de gloria a la República Dominicana no son oborígenes, ni descendientes de aborígenes, por lo tanto también descienden de extranjeros.

Para seguir dando un diagnóstico más preocupante, esas mismas personas no cuestionan a otros atletas de origen extranjero distinto al de los haitianos.

Esos atletas son dignos representantes dominicanos.

Orgullo del país
Los dominicanos solemos recibir con gran alegría cuando un hijo de dominicana o dominicano nacionalizado en otra patria logra alcanzar posiciones electivas en el extranjero o en caso de que sean designados en posiciones ejecutivas. Muchos descendientes de dominicanos han ganado curules en congresos de otros países, incluso nacionalizados lo han hecho.



Noticias Relacionadas