Dilema facial del Moderno
Enmanuel Macron llegó al poder con 39 años, acompañado de su esposa Brigitte Trogneux, 24 años mayor que él. Esa combinación terminó fascinando a los franceses porque les presenta la frescura de la juventud madura y la ternura de la adultez rejuvenecida.
El mensaje de esa combinación ha volado a la velocidad del rayo, dejando su estela incluso en esta media isla caribeña colocada en el mismo trayecto del sol.
- Publicidad -
Aquí no se trata de una combinación carnal, sino de un maridaje político. Se escucha nueva vez aquello de “lo mejor de lo viejo y lo mejor de lo nuevo”.
El problema está a la hora de ponerle el rostro. ¿Tendrá la jovialidad de lo nuevo o la autoridad de lo viejo?
Los dirigentes de las generaciones más recientes empiezan a convencerse de lo que se veía desde el principio: lo moderno al nuevo partido revolucionario habrá que sacárselo a empujones.
La acusación contra el presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Andrés Bautista, ha puesto a muchos a pensar seriamente si este es el momento de que los rostros que identifiquen a esa organización sean los de los nuevos tiempos.
¿Podrán los “Macron” del PRM encontrar sus “Brigitte” para mostrarle esa combinación a un electorado que ya empieza a pensar en 2020?
Los días por venir hablarán.
Etiquetas
Artículos Relacionados