Los hechos ocurrieron el 7 de julio del 2017, en el sector Ciudad Nueva, donde se localiza la residencia familiar de la adolescente, lugar en que desde el día 2 de julio el acusado, cuyo nombre se omite para proteger la identidad de la víctima, era inquilino de una de las habitaciones que alquila el abuelo de la menor.
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“El agresor aprovechó que todos dormían y en horas de la madrugada penetró a la habitación de la víctima, le tapó la boca, la agarró por el cuello y la violó”, expusieron en audiencia las procuradoras fiscales litigantes María Benítez y Paola Vásquez.
Posteriormente, el acusado la esperaba en el pasillo de la vivienda y la agredía sexualmente tocándole sus partes íntimas, situación que la mantenía aterrada, por lo que le pedía a su hermano menor que durmiera con ella para que el agresor no la molestara, según manifestaron las fiscales.
La adolescente decidió contarle a su padre todo lo que le había pasado, quien de inmediato habló con la madre de la menor y juntos cuestionaron al venezolano por la agresión contra su hija, produciéndose una discusión.
“En medio de la pelea entre el padre de la menor y el acusado, este último lo golpeó con un block en la cabeza, siendo arrestado por agentes de la policía en flagrante delito¨, detalla la acusación.
La Fiscalía otorgó al presente caso la calificación jurídica de violación sexual, violencia sexual y psicológica a una menor, delitos previstos y sancionados en los artículos 331 del Código Penal Dominicano y 396 literales B y C de la Ley 136-03.
Las juezas Gisselle Méndez, Ingrid Fernández y Claribel Nivar enviaron al condenado a cumplir la pena en el Centro de Corrección y Rehabilitación San Pedro de Macorís.