
SANTO DOMINGO.-Era el día 24 de diciembre y la capital dominicana vivía su habitual día de Nochebuena, que incluye el trajín de los que conchan, venden y trabajan en las calles y, más que todos, los que compran, reciben y regalan en las últimas horas los componentes de la cena, dulces, bebidas y ropa que suele ser estrenada el día siguiente, que es el de Navidad.
La jornada laboral, en muchos casos llevada hasta media tarde, llegaba a su fin y las calles se atestaban de vehículos, transeúntes y viajeros que buscaban un espacio en las guaguas interurbanas para irse a los pueblos de provincias a pasar los días feriados desde aquel jueves, 24 de diciembre de 2009, hasta el lunes siguiente.
