Bien se haría si los partidos políticos aprovecharan la mediación de monseñor Agripino Núñez Collado para llegar a un consenso sobre los perfiles e incluso hasta se pudieran barajar los nombres de los posibles agraciados para conformar la nueva Junta Central Electoral.
Esto, sin embargo, nunca debería asumirse como una intromisión a la responsabilidad del Senado.