Dialogar, razonar y gobernar

Dialogar, razonar y gobernar

Dialogar, razonar y gobernar

Los procesos de reformas institucionales y económicos son más sustentables cuando provienen de un diálogo, en especial cuando no se producen en medio de profundas crisis.

El diálogo resulta factible y saludable cuando se apoya en la racionalidad o la búsqueda de objetivos comunes.
Todo parece indicar que ha llegado el momento de salir de la zona de confort y dar los pasos necesarios para consolidar el estado de bienestar material fruto de un crecimiento sostenible registrado por años y de afianzar nuestras instituciones.

Se sienten aires de reformas sin que le hayan precedido los vientos de disturbios sociales, políticas ni descalabros económicos como ocurrió en 1994 y 2003, años de crisis post electoral o quiebras en el sistema financiero.

Está servida en la mesa una reforma constitucional que busca consolidar lo logrado en materia política y judicial.
Se sabe que en poco tiempo también se planteará una reforma fiscal que generará más discusiones que la primera porque se involucra el bolsillo de todos

Las discusiones en torno a esa propuesta están ahora en la fase teórica y luego vendrá el elemento político.
Agotadas esas dos fases llegará el momento de la toma de decisiones tomando en consideración los elementos puestos a relucir en cada una de esas etapas.

Se llegará a ciertos consensos, pero nunca a la unanimidad.
La racionalidad al final se tendrá que imponer entre aquellos que realmente buscan el bien común, que se traduce en el bienestar económico de la nación y la fortaleza institucional de República Dominicana.