Madrid.- La Organización Mundial de la Salud estima que el 70 % de los perros a nivel global carece de hogar y, en el caso de España, según la fundación en 2023 170.712 perros fueron recogidos por las protectoras, una cifra “muy similar a del año anterior”.
Sin embargo, las adopciones sí descendieron y muestra de ello es que el año pasado la cifra se redujo más de 5 puntos porcentuales respecto a 2021.
Razones para un abandono
Como recuerda Buil, éste “no es un problema sencillo” pues existen diferentes factores para desprenderse ilegalmente del animal como por ejemplo las camadas no deseadas (en un 15 % de los casos), los problemas de comportamiento (12 %) o las razones económicas (10 %), aunque a veces lo único que sucede es que el dueño pierde el interés por su mascota (13 %).
Sólo un 10 % de los perros son conducidos a protectoras: el resto “son incautados por la Policía o encontrados en parques o carreteras” entre otros lugares y, además, el 89 % carece del obligatorio microchip de identificación.
Los más susceptibles a ser abandonados son los perros mestizos, los de gran tamaño y los empleados para actividades cinegéticas y los que tienen más problemas para ser adoptados son los de más edad o tamaño, los que pertenecen a una raza potencialmente peligrosa y los que padecen alguna enfermedad crónica.
Más allá de la compañía
La relación del hombre con el perro es particular porque “existe una conexión emocional” que los animales son capaces de detectar y responder con rapidez y esto es “algo multicultural y transversal” en todo el planeta, “la causa de que se diga que el perro es el mejor amigo del hombre”, añade Buil.
De hecho, los canes tienen “gran incidencia y beneficio en muchas áreas” pues, emocionalmente, “suponen una ayuda en cualquier edad” y, físicamente, son “una motivación para mejorar resultados en fisioterapia”, ha explicado Sonia Sáez, veterinaria y responsable de comunicación de la asociación Purina, por lo que “cada vez son más empleadas las terapias asistidas con perros”.
Estas terapias funcionan con éxito en todo tipo de patologías, como enfermedades oncológicas, trastornos de conducta alimentaria, depresiones, autismos y parálisis cerebrales porque “estos animales no juzgan, lo que supone que los pacientes se relajen y se olviden del proceso que están viviendo”.
Los ejemplares deben ser “obedientes, concentrados, empáticos y sociales”, por lo que razas como el labrador o el golden retriever figuran entre las más empleadas, aunque en algunas terapias se turnan varios perros en una sola sesión para facilitar su descanso.
Perros con acceso a establecimientos
La Ley de Bienestar Animal aprobada en 2023 ha abierto las puertas de muchos establecimientos públicos a los perros, aunque algunos lugares siguen prohibiendo su acceso por cuestiones sanitarias con obligación de indicarlo con un cartel colocado en lugar visible.
Sin embargo, la nueva normativa ha sido “aprovechada por algunas personas para hacer comercio con ellos”, ha denunciado el responsable académico del centro de formación CEAC, Jordi Navarro, quien además ha recomendado no abusar de las nuevas líneas de negocio desarrolladas para su alimentación.
Es el caso por ejemplo de helados creados con caldo de hueso o kéfir, adaptados para ellos al eliminar conservantes, lactosa y otros elementos “muy perjudiciales para estos animales”.