El 10 de octubre de cada año, se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha dedicada a crear conciencia sobre los problemas de salud mental que afectan a millones de personas en todo el mundo.
En una sociedad post-pandemia que aún siente las secuelas emocionales y psicológicas del COVID-19, el llamado a priorizar la salud mental es más urgente que nunca.
Vivimos en una época en la que las demandas diarias, el ajetreo constante y la presión por cumplir con estándares sociales nos exponen a niveles alarmantes de estrés, ansiedad y depresión. Estos problemas, aunque comunes, muchas veces pasan desapercibidos porque no son visibles a simple vista. Nos hemos acostumbrado a priorizar lo físico sobre lo emocional, silenciando o tratando de minimizar nuestros malestares internos, hasta que estos se vuelven imposibles de ignorar.
Sandra González Labour, Psicóloga Clínica y de la Salud, de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT), explica que a menudo, las personas buscan ayuda en los centros de salud cuando la situación ya se ha vuelto insostenible, en lugar de tomar medidas preventivas para proteger su bienestar mental.
En este contexto, este día es una invitación a detenernos, reflexionar y darnos cuenta de que el bienestar mental es tan importante como el físico. Solo a través de la concienciación y el autocuidado podemos prevenir que las enfermedades mentales se conviertan en crisis devastadoras. Las herramientas están a nuestro alcance: desde mejorar nuestra higiene de sueño y alimentarnos saludablemente, hasta conectar con nosotros mismos a través de actividades recreativas y rodearnos de personas que sumen a nuestras vidas.
Autocuidado: la primera línea de defensa para una mente saludable
Entre las principales estrategias para cuidar nuestra salud mental, el autocuidado juega un papel esencial. Dormir adecuadamente, con rutinas regulares que nos aseguren de 7 a 9 horas de descanso, es fundamental.
Un mal descanso puede alterar nuestro estado de ánimo y predisponernos a problemas emocionales. Asimismo, llevar una alimentación equilibrada no solo beneficia nuestro cuerpo, sino también nuestra mente. La relación entre lo que comemos y cómo nos sentimos es profunda y poderosa.
Mantener interacciones saludables y rodearnos de vínculos positivos también es crucial. A menudo, nos dejamos arrastrar por relaciones tóxicas o personas que no aportan valor a nuestras vidas. Es esencial aprender a elegir a quienes nos rodean y buscar actividades que nos conecten con nosotros mismos, como caminar al aire libre, leer, meditar o resolver rompecabezas.
La especialista destaca que la actividad física ha demostrado ser una herramienta efectiva para combatir el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo. Incorporar ejercicio en nuestra rutina diaria, aunque sea solo caminar o bailar, puede marcar una gran diferencia en nuestra salud mental.
Por último, pero no menos importante, está el diálogo interno. La forma en que nos hablamos a nosotros mismos puede ser un factor decisivo en nuestra salud mental. La autocrítica excesiva puede ser destructiva, mientras que un lenguaje interno positivo y compasivo puede ser un factor protector. Reconocer nuestros logros y procesos de crecimiento es vital para mantener una autoestima saludable.
Psicoterapia: el camino hacia el bienestar emocional y la claridad mental
La psicoterapia es una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida. González precisa, que la terapia psicológica no debe verse como algo extraordinario o reservado solo para momentos de crisis, sino como una práctica regular para mantener el equilibrio emocional; comentando que en muchos países, acudir a un psicólogo es tan normal como visitar a un médico para tratar un dolor de cabeza persistente.
Destaca, que aunque en el país el estigma que rodea la salud mental ha disminuido en los últimos años, todavía queda mucho por hacer. Las problemáticas psicológicas son reales y no desaparecerán simplemente hablando con un amigo o ignorándolas. Al contrario, si no se tratan adecuadamente, pueden crecer y transformarse en problemas mayores, muchas veces acompañados de conductas autodestructivas o adicciones.
Buscar la ayuda de un profesional es un acto de valentía y autocuidado. La psicoterapia ofrece una oportunidad única para ver con claridad aquellos aspectos de nuestra vida que a menudo permanecen ocultos y nos generan inestabilidad. Solo con un enfoque consciente y guiado podemos enfrentar los desafíos emocionales y construir un futuro más saludable y equilibrado.