Contemplar cómo puedes ser amable con los demás reduce la presión arterial y tiene beneficios terapéuticos.
La bondad tiene un impacto en tu vida: puede darte una sensación de bienestar o tal vez un cálido resplandor a tu día a día.
Pero ahora un grupo de científicos y académicos de un nuevo centro de investigación aseguran que la bondad puede incluso ayudarte a vivir más tiempo.
«Observamos el punto de vista científico. No estamos sentados de brazos cruzados, hablamos de psicología, biología, de interacciones sociales positivas«, dice Daniel Fessler, director inaugural del Instituto Bedari Kindness, de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos,
La noción de amabilidad ha dado de qué hablar recientemente. Fue una parte clave del tributo rendido por el expresidente de EE.UU., Barack Obama, al difunto veterano demócrata Elijah Cummings en su funeral, en octubre.
«Ser un hombre fuerte incluye ser amable. No hay nada débil en la amabilidad y la compasión», afirmó. «No hay nada débil en cuidar a los demás. El tener integridad y tratar a los demás con respeto no te hace un tonto».
La conductora de televisión estadounidense, Ellen DeGeneres, también pidió amabilidad al hablar de su amistad con George W. Bush: «Cuando digo: ‘Sean amables el uno con el otro‘, no me refiero a que lo sean solo con las personas que piensan de la misma manera que tú. Quiero decir: sean amables con todos».
En el Día Mundial de la Bondad, celebrado cada 13 de noviembre, le echamos un vistazo a lo que realmente significa ser amable, y nos preguntamos por qué es importante.
Y esto es lo que los expertos quieren examinar. Y se lo toman en serio. Después de todo, afirman que podría ser una cuestión de vida o muerte.
Daniel Fessler y su equipo han analizado cómo se puede motivar a las personas a que sean amables simplemente presenciando actos de bondad y viendo quién se ve afectado por esta «amabilidad contagiosa«.
«Creo que es justo decir que actualmente vivimos en una época (en la que la gente es) antipática», dice. «Tanto en Estados Unidos como en todo el mundo, vemos un conflicto creciente entre individuos que tienen diferentes puntos de vista políticos o pertenecen a diferentes religiones».
El director del Instituto Bedari Kindness afirma que la amabilidad se refiere a «los pensamientos, sentimientos y creencias que, asociadas con acciones, intentan beneficiar a otros, lo cual es un fin en sí mismo, no un medio para alcanzar un fin».
El anonimato instiga a las personas a ser más agresivas de lo normal
La falta de amabilidad, por otro lado, consiste en «creencias intolerantes y la falta de valoración del bienestar de los demás».
Es un concepto familiar para cualquiera que haya sido víctima de trolls en las redes sociales.
Aunque la práctica «no es nada nueva», Fessler indica que «Mientras más anónimas sean, las personas son más propensas a ser agresivas y menos propensas a valorar las preocupaciones y el bienestar de los demás.
El Instituto Bedari Kindness fue fundado gracias a una cesión de US$20 millones de dólares por parte de la Fundación Bedari, creada por los filántropos Jennifer y Matthew Harris.
Con sede en el departamento de ciencias sociales de la UCLA, su objetivo es ayudar tanto a los miembros del público como inspirar a líderes.
Harris dice que se necesitó hacer una investigación «para comprender por qué la bondad puede ser tan escasa en el mundo moderno» y para «cerrar la brecha entre la ciencia y la espiritualidad».
Algunos de los proyectos del instituto incluyen:
- Antropólogos que examinan cómo se extiende la amabilidad entre la gente
- Sociólogos que analizan cómo los que se comportan de forma cruel podrían llegar a ser persuadidos para que sean amables
- Psicólogos que investigan cómo la amabilidad puede mejorar el estado de ánimo y reducir síntomas de depresión.
El instituto también le ofrece a los estudiantes capacitación en mindfulness (también llamado atención plena) y asistiendo a aquellos en comunidades desatendidas de Los Ángeles.
Fessler dice que se sabe que el estrés malo -del tipo en el que no se puede hacer nada ante una situación desafiante, a diferencia del estrés «bueno», proveniente de actividades desafiantes pero satisfactorias, como escalar una montaña- es dañino.
«Vivir con personas que te tratan con desprecio o indiferencia, en el mejor de los casos, y con hostilidad abierta, en el peor, te hace mal. Acorta su vida, literalmente», sostiene.
«Por el contrario, tanto el recibir amabilidad de los demás como el brindarla -siendo ambas acciones la antítesis de una situación de estrés tóxico- son benéficas».
Incluso el tipo de interacciones que parecen triviales, como un barista en una cafetería sonriendo y preguntándote cómo estás, puede mejorar el bienestar de las personas.
«Interactuar en torno a la amabilidad, contemplar cómo puedes ser amable con los demás, reduce la presión arterial y tiene beneficios terapéuticos», dice el experto. «Tiene beneficios que ayudan a tratar la depresión y la ansiedad».
«El efecto conejo»
Kelli Harding, doctora de la Universidad de Columbia en Nueva York, EE.UU., ha examinado el fenómeno en su reciente libro, «The Rabbit Effect» (El efecto conejo).
«Ayuda al sistema inmunológico a mejorar la presión arterial y ayuda a las personas a vivir más y mejor. Es sorprendente porque hay un amplio suministro y no te puedes sobredosificar. El suministro es gratuito y está justo ahí».
Al explicar el título de su libro, dice que se le ocurrió luego de enterarse de un estudio realizado con conejos en los años 1970. «Un conjunto (de conejos) tuvo mejores resultados y querían saber qué estaba pasando. Lo que pasó fue que los conejos que estaban mejor, estuvieron el bajo cuidado de un investigador realmente amable».
«Como médico, estaba en shock. Sentí que había un mensaje urgente«.
Según dice Harding, la amabilidad puede «cambiar mucho y ayudar a la gente a dirigir su propio mundo».
A menudo es más fácil ser amable con los demás que con nosotros mismos, asegura la doctora.
«Hay muchas maneras de fomentar la amabilidad hacia nosotros mismos y hacia los demás. En el trabajo, en la escuela y en el hogar, ser compasivos arroja mejores resultados», dice.
«En medicina, puede que la tecnología esté mejorando, pero nunca se puede copiar la amabilidad de un cuidador servicial. La conexión entre la salud mental y la salud física es crítica».
Consejos para vivir una vida más amable
De la experta en amabilidad Gabriella Van Rij
1. Comienza a escuchar a los demás de verdad (en vez de formular la respuesta en tu cabeza).
2. Respóndele a la gente ruda con amabilidad (piensa en alguien que es extremadamente grosero contigo, luego dile en un tono amigable «¿tuviste un día difícil?». Ya habrás suavizado el momento).
3. Incluye a alguien que esté al margen. Al hacer esto, le habrás mostrado valor: es deshumanizante pasar por la vida sin que te noten, sin que te quieran y sin amor.
4. Acción / reacción. Comprende que cuando hay falta de amabilidad, no es por ti. Cuando te provoquen, respira profundamente y aléjate.
Darnell Hunt, decano de la división de ciencias sociales de la UCLA, quiere que el instituto sea un antídoto «en la política del mundo actual, la violencia y los conflictos», basado en «un trabajo académico serio».
«Creo que estamos viviendo en una época en la que hay una necesidad directa de dar un paso atrás y explorar las cosas que nos hacen humanos y que tienen el potencial de conducirnos a sociedades más humanas«, dice.
«Estamos viviendo un momento de polarización política en Estados Unidos y en otros lugares, con una gran urbanización, lo que conduce a interacciones menos directas entre la gente».
«Cuando las personas presencian actos amables, se inspiran para replicarlos, explica Hunt. «Pero todavía estamos tratando de entender cómo funciona la bondad»
«No se trata de que estemos aquí en una torre de marfil. Queremos traducir esta investigación en cómo la gente en el mundo real pueden usar esta información para crear políticas y hacer la diferencia«.
Y este «momento histórico es el adecuado para hacerlo», concluye.
Tomado de BBC MUNDO