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Sin importar si viven o no, madres reciben tributo en su día

Como cada año los cementerios reciben a cientos de personas que van a recodar a sus madres. elieser tapia
Como cada año los cementerios reciben a cientos de personas que van a recodar a sus madres. Elieser Tapia

Agradecimiento. Mientras muchos van a tiendas a comprar regalos para sus progenitoras, otros llevan flores y velas a los cementerios. Actividad. La tradición mueve a miles de personas.

Santo Domingo.– Como es tradición, los Días de las Madres convierten a los cementerios en espacios obligados para reunir a las familias que han perdido a su “célula madre”, y no dejan de visitarlas aun cuando están ausentes físicamente.

Desde la víspera de la conmemoración, esposos, hijos, nietos, hermanos (as) y otros parientes llegan a los camposantos a visitar sus moradas en las diferentes demarcaciones del Gran Santo Domingo, así como en el interior del país.

Es que el agradecimiento y apego a este ser tan querido que da origen a las familias, permanece por siempre en los corazones de quienes han aprendieron a valorar su entrega.

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El mejor ejemplo de esas demostraciones de cariño se puede confirmar en los comentarios Cristo Redentor, el de la Máximo Gómez, Cristo Rey, Cristo Rey, Cristo Salvador en Santo Domingo Este, y otros privados como Puerta del Cielo, Jardín Memorial en el municipio Santo Domingo Norte, entre otros.

Flores y oraciones

Como es costumbre, los deudos van a orarles, colocarles flores y a limpiar los nichos donde descansan, como además les pintan y desyerban sus entornos.

Una gran parte de los quienes se dan cita en estos lugares sacros, rememoran sus historias, con nostalgias y gran sentimiento, en las que no dejan de conectar con sus pasados.

Desde los trayectos que conducen a los cementerios se registraban hileras de vehículos de personas que se dirigían a rendirles tributos a las madres fallecidas; igual se visualizaban vendedoras de flores y floreros, así como velas y velones. Los buques de rosas, margaritas y otras variedades de flores costaban a RD$250 pesos, mientras que los floreros de 200 hasta 500 pesos y los velones de 100 a 200.

Testimonios

Nancy Chala, residente en Los Alcarrizos, dijo visitar a su madre desde que murió hace 25 años. “Vengo, porque mis hermanas, algunas son cristianas, y ellas no creen en eso, pero yo no; mi madre y el esposo mío, siempre la visitamos, Todos los años, también en otras épocas del año”, narró Chalas que andaba con su nieta a cuesta porque no tenía con quien dejarla para ir al Cementerio Cristo Redentor.

Al igual que ella Kirsy Rosario, vino de Santiago porque decidieron enterrar a su madre con su papá, quien murió hace cuarenta y pico de años y dijo venir siempre a su tumba, antes lo hacía mensual.

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Yanet Féliz

Periodista con amplia experiencia en temas de medio ambiente y ciudadanía.

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