Santo Domingo.- El Día Mundial de las Hepatitis Virales (B y C), que se conmemora este martes, encuentra a la República Dominicana con una serie de falencias que incluyen ausencia de programas para tratar la enfermedad, escasa cobertura de las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) y altos costos los medicamentos.
La situación afecta a una población enferma que, en el caso de los pacientes con hepatitis B, deberán llevar su condición por el esto de la vida con tratamientos y cuidados médicos.
En el país no hay estadísticas precisas sobre la cantidad de enfermos por ambas condiciones y una gran cantidad de dominicanos están contagiados de hepatitis C y B y lo desconoce.
Los fármacos para tratarlas y los medios de diagnóstico son inasequibles para la mayoría de las personas para el virus B, cuyo tratamiento es de por vida para muchos enfermos.
Las hepatitis B y C son infecciones virales que causan inflamación del hígado, lo que a veces conduce a un daño hepático grave que ocasiona la muerte. La C se propaga a través de la sangre contaminada, en tanto que la B, por la misma vía, la saliva o el semen.
En mayo de 2016, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó la Estrategia Mundial del Sector de la Salud (GHSS) sobre la hepatitis viral, que propone eliminar la hepatitis viral como amenaza para la salud pública para 2030 (definida como una reducción del 90% de la incidencia y del 65% de la mortalidad con respecto al VHB y el VHC).
La mortalidad anual mundial por hepatitis viral es comparable a la del VIH, la tuberculosis o el paludismo, y es probable que supere el número de víctimas de esas tres enfermedades combinadas para 2040.
Juntas, las B y C son la mayor causa de muerte entre las hepatitis, con 1.4 millones de defunciones al año. 325 millones de personas tienen hepatitis vírica B y C, mientras 900 mil personas fallecen cada año por hepatitis B.
La Sociedad Dominicana de Gastroenterología asegura que en persiste insuficiente apoyo gubernamental para apoyar campañas de prevención de la enfermedad y asistencia a los enfermos.
“Falta que las hepatitis víricas sean una prioridad de salud para las prestadoras privadas de seguros médicos dominicanos. Existe falta de cobertura en pruebas y procedimientos diagnósticos al igual que los tratamientos antivirales B y C, excepto por algunas pólizas privadas”, comenta la presidenta de la entidad, doctora Marlene Pérez.
Precisa que el Plan Básico de Salud no reconoce esas hepatitis como enfermedad catastrófica y eso es una excusa que es asumida por las aseguradoras para no dar cobertura.
“El tratamiento de virus C ha sido asumido en mayor grado por el Programa de Alto Costo del Ministerio de Salud Pública con el apoyo de los médicos gastroenterólogos de las unidades de tratamiento en hospitales de MSP”, indicó.
Ese programa ha tratado más de mil pacientes, pero se requiere mayor alcance a los pacientes, de acuerdo a la doctora Pérez.
La doctora Pérez destaca que hay escasa estadística nacional de virus C y B y los datos son obtenidos de prácticas médicas privadas y hospitalarias y de los bancos de sangre.
“Urge una base de datos que nos permita llegar a los lugares de mayor estadística”, clama y agrega: “urge un programa de prevención, sobre todo para los grupos de población específicos más afectados y que mayores riesgos corren”.
Expone que vacuna para la B obtiene mayor cobertura en los niños, pero no en adultos ni en las personas más susceptibles.
Hay cobertura de vacunación infantil contra el virus de la hepatitis B, pero la administración de una dosis neonatal de inmunoglobulina a niños de madres positivas y profilaxis post exposición accidental, no tiene cobertura y la presentación en el mercado dominicano de inmunoglobulina anti HBS no está disponible en dosis de adultos ni para su uso en trasplantes en paciente de virus B.