El mercado de valores de China se ha reanimado conforme el primer ministro, Li Keqiang, busca desplazar el financiamiento a los canales oficiales y alejarlo del préstamo extracontable.
Los organismos reguladores sostienen que los bonos con garantía de activos, que por lo general cuentan con respaldo del tipo de préstamos de grado de inversión, son una vía más transparente de que los bancos hagan lugar en su balance para prestar a otras compañías que necesitan efectivo.
Los bancos tienen que registrar los acuerdos ante los organismos reguladores y deben comprar el 5 por ciento de los pagarés.
Las autoridades empezaron a autorizar las ventas de esos valores en 2005.