El agrónomo Manuel Pérez expone en una reunión de los campesinos que serán afectados por la construcción de la presa de Monte Grande. A su lado, Santos Méndez.
Santo Domingo. – Dirigentes de las organizaciones que agrupan a los campesinos residentes en las comunidades del entorno de la presa Monte Grande dijeron que sienten “desprecio” de los gobiernos, incluido el que preside Luis Abinader.
La declaración de los dirigentes campesinos se produjo a propósito de acercarse la fecha de terminación del muro y el centro poblado, etapa que sería inaugurada por Abinader el mes de agosto próximo, “sin que esté claro cómo vamos a vivir sin tierras para trabajar”.
“Nosotros tuvimos muchas ilusiones al momento de votar para que Abinader sea presidente, dijo Santo Esteban Ferreras. Esperábamos dejar atrás tanto desprecio, agregó
“Eso es verdad”, dijeron casi a coro cada uno de los participantes en una reunión realizada en la iglesia de la comunidad de Las Minas, entre los que estuvieron los presidentes de comités de Defensa y Protección que operan en cada una de las comunidades.
Además de Ferreras, del Comité de Los Güiros, participaron en la reunión Israel Vargas, de La Meseta; Serapio Ferreras, de San Simón; Nelson García, de Manzanillo, Boca de la Mula y Hato Nuevo; Marcia Méndez, de Monte Grande; y Benardino Vargas.
El Indrhi enterado
La representante de Monte Grande refirió que todo lo que sucede con las comunidades del entorno de la obra ha sido debidamente informado al director del Instituto de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olmedo Caba.
“Por eso es que acudimos a nuestro Presidente”, comentó Marcia Méndez al tiempo que levantaba levantar un documento. “Esta carta dice aquí que fue recibida en el Indrhi el pasado día dos y ´ni fu ni fa´”.
Destacó que, además, son ya tres las ocasiones en las que han sido engañados con promesas del Indrhi y el Instituto Agrario Dominicano (IAD) “que luego no cumplen”.
Con la presa Monte Grande se repite la misma historia con el maltrato a quienes somos los más pobres porque no tenemos los lugares para producir las riquezas que produce la agricultura, dijo Nilson García.
De acuerdo con García, al iniciar la gestión del presidente Danilo Medina, en 2013, fueron identificadas las tierras en Tuna Calero, próximas a Vuelta Grande, de 27,000 tareas, con las que se repondrían las incautadas y a la vez se proporcionaría la manera en que los desplazados obtendrían el sustento suyo y de sus familias.
Agregó que juntos con Leonel Duarte, entonces jefe de la obra, hicimos las visitas y recorrimos esas tierras (en Tuna Calero), que serían las primeras a irrigar por la hidroeléctrica por el canal lateral Sur.
El dirigente campesino dijo con lamentos que en 2019 el entonces director del Indrhi, Olgo Fernández, descartó el reguío de las tierras por el canal que saldría del embalse y prometió instalar un sistema de bombeo de las aguas del río Yaque del Sur en El Cerro de la Colmena, un lugar cercano a Quita Coraza.
Luego fueron ubicadas tierras suficientes y de buena calidad en El Cerro de la Colmena, pero no se han determinado la calidad ni la cantidad de agua disponibles.
Recordó que en los proyectos El Limón y Los Guzmán, en Independencia, fueron desmontadas tierras, se instalaron las mangueras para el reguío y después se determinó que el agua no era suficiente.
El gobierno de Abinader
Benardino Vargas recordó que “ya instalado el gobierno que preside Abinader se hizo una medición y se determinó que la cantidad de tierras alcanzaba solo a 14,000 tareas.
Hasta ahora, precisó, solo han hecho perforaciones sin llegar a determinar la cantidad de agua disponible ni si es o no salobre.
Vargas recordó que “a estas alturas del juego todavía no han evaluado los productos agrícolas ni las tierras afectados con la obra en Hato Nuevo, Manzanillo y Boca de Mula”.
“Es que al final de cuentas no está clara la manera en que vivirán los campesinos que serán desplazados de sus comunidades y de las tierras que les servían para su sustento”, dijo el agrónomo Manuel Pérez, del Centro de Promoción Campesina Lemba.
El dirigente campesino y asesor de las comunidades adyacentes a la presa Monte Grande opinó que sería injusto que en la presa Monte Grande se repita la historia de los campesinos de las presas Jigüey-Aguacate, Sabana Yegua y otras donde se les negaron los pagos debidos y la permuta de sus tierras.
“¡Por el amor de Dios!, señor Presidente, intervenga en favor de tanta gente marginalizada”, exclamó Pérez.