Despenalizar el aborto le daría a la mujer la opción de decidir si continúa o no con un embarazo en tres situaciones. Archivo
República Dominicana es uno de los pocos países de la región que tiene una restricción absoluta para que las mujeres puedan interrumpir una gestación antes de las veinte semanas.
Si lo hacen están expuestas a ser apresadas, juzgadas y sometidas a la cárcel, en atención a las leyes vigentes.
La vigencia de esa Ley data del año 1848 (hace 173 años), y desde ese tiempo ha cobrado la vida de muchas mujeres, que frente a determinadas situaciones deciden interrumpir el embarazo de manera riesgosa, de forma insegura, con métodos y técnicas cruentas que potencializan las posibilidades de afectar la salud y llevarlas a la muerte. Y, de aquellas mujeres que han perecido por habérseles negado un aborto que necesitaban para preservar sus vidas y salud.
El acceso al aborto realizado de manera insegura es la única alternativa que tiene la mujer que decide realizarlo, en razón que nuestro sistema de salud no permite que sean atendidas de manera digna y segura, y no se dispone de normativas, guías o protocolos que garanticen una atención de calidad y con menor riesgo.
La prohibición total del aborto afecta de manera contundente a las mujeres pobres, las que no tienen recursos para viajar y recibir la atención en un sistema de salud que les garantice su salud y su vida.
Estamos abogando para que nuestros legisladores aprueben la despenalización del aborto en tres situaciones:
1º. Cuando la vida de la mujer embarazada está en peligro de muerte (por la coexistencia o no de cualquier enfermedad o situación).
2º. Cuando existe un embarazo y el embrión/feto está afectado con una malformación congénita no compatible con la vida fuera del útero (es decir que el recién nacido morirá momentos después del nacimiento).
3º. En casos de embarazos producto de una violación o incesto.
Opción de elegir
Es conveniente señalar que despenalizar el aborto en estas tres causales le daría a la mujer la opción de decidir si continúa o no con un embarazo en estas tres situaciones, no significa que automáticamente se identifique la condición se procederá a interrumpir el embarazo.
Por ejemplo, si la mujer es víctima de violación sexual y ella decide continuar con el embarazo, el mismo continuará hasta el final, pero si ella lo rechaza y no desea el embarazo, el sistema de salud, en el marco de la ley, propiciará las condiciones para que la interrupción de ese embarazo sea realizada en condiciones de riesgo mínimo o ningún riesgo para la vida de la mujer.
Se dispondría de normativas, guías de atención y protocolos oficiales con los que se reducirían los riesgos y daños. Estos protocolos actualmente no existen, puesto que la interrupción del embarazo es ilegal en nuestro país y no se puede reglamentar.
Práctica universal
El aborto es una práctica universal realizada en todas las culturas, razas y países. Las mujeres que deciden y acceden a un aborto son las hijas o esposas de diputados, son las ricas, son las pobres, son las profesionales, son las evangélicas, son las musulmanas, son las católicas, son las esposas de empresarios con necesidad de interrumpir un “embarazo por una condición especial o justificada”.
Que afecte o no su vida y su salud, depende de las condiciones como se realice la interrupción:
• Con riesgo alto (en países con leyes restrictivas, las pobres, en ambientes insalubres, personal no calificado).
• Con riesgo bajo o ningún riesgo (en países sin leyes restrictivas, las de recursos económicos, en hospitales/clínicas, personal calificado). La despenalización del aborto en las tres causales es una necesidad de la sociedad.
José Figueroa Méndez
Ginecólogo- Obstetra
— Perfil
Director de Servicios de Salud de Profamilia, ginecólogo Obstetra, pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Ginecología y obstetricia.
Ex-secretario general de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (Flasog) Miembro de la Federación Internacional de Ginecólogos Obstetras. Tiene una larga experiencia en el ejercicio de la medicina en República Dominicana.