Santo Domingo.-El Partido Revolucionario Moderno ya ha definido que sus candidatos para presidir el Senado de la República y la Cámara de Diputados son los actuales titulares, Ricardo de los Santos y Alfredo Pacheco, respectivamente.
Ambos tienen tareas inmediatas para cuando asuma el nuevo Congreso el 16 de agosto próximo.
La que más titulares gana de esas tareas es la de conocer el anunciado proyecto de reforma constitucional que el presidente Luis Abinader ha prometido someter formalmente el mismo 16 de agosto.
Sin embargo, el Senado tiene que andar despierto porque sobre sus hombros pesa la responsabilidad constitucional de nombrar a los miembros de la Junta Central Electoral en el plazo de 60 días luego de juramentarse.
La Cámara de Diputados no tiene vela en ese entierro, pero pudiera convertirse en el escenario de presión de los partidos de oposición para que no sean ignorados al momento de definir la conformación de la próxima Junta.
El Partido de la Liberación Dominicana en esta oportunidad no tiene representantes en el Senado de la República, pero hará valer en la Cámara de Diputados y en los medios de comunicación su condición de fuerza política mayoritaria para no ser ignorado en el Senado.
El tema no ha sido servido en la mesa del presidente Abinader, pero los partidos de oposición no pretenden dejar que los sorprendan y desde ya están contemplando escenarios posibles.
El Partido Revolucionario Moderno tiene mayoría absoluta en el Senado, por lo que la designación de los miembros de la próxima Junta Central Electoral recae sobre su responsabilidad absoluta.
La primera decisión que deberá tomar el oficialismo es si pasa la aplanadora o si por el contrario hace un ejercicio de consulta y participación social y política.
La otra interrogante a ser despejada es quiénes serán los rostros de la próxima Junta.
No se descarta la ratificación pura y simple de los actuales miembros en reconocimiento a lo fluido y bien organizado del proceso electoral anterior.
Ratificación o cambio
Sin embargo, las circunstancias apuntan también hacia una especie de híbrido: ratficar una parte de los miembros actuales, incluyendo al presidente del órgano, Román Jáquez, e introduciendo al menos dos cambios.
Con esas plazas se contempla un proceso de diálogo con sectores sociales y los partidos políticos mayoritarios.
El oficialismo deberá tener el cuidado de conformar una Junta Central Electoral representativa, que no se vea hechura a su imagen o conveniencia y que tenga legitimidad frente a la oposición.
Si bien es cierto que los actuales miembros de la Junta tienen su respaldo político y social definido, se les reconoce que actuaron como cuerpo independiente en las tomas de decisiones y montaron un proceso electoral sin mayores críticas pese a la complejidad del mismo por la existencia del voto preferencial al nivel de regidores y de diputados.
Ejecución
—1— Montaje
La actual Junta pasó con nota sobresaliente en el montaje de las elecciones municipales, las presidenciales y congresuales.
—2— Pendiente
La institución tiene pendiente la renovación de la cédula, que se iba a iniciar el 17 de este mes, pero se aplazó la fecha sin que se diera a conocer para cuándo se iniciará el proceso.