Imagina la tubería del desagüe llena de papel. Imagínate regresando a casa después de un largo y pesado día de trabajo, la autopista cerrada por un accidente de tránsito. Imagínate en la cola en el supermercado o que te mudas y tienes todo empacado.

Hasta que no limpias y pones todo en su lugar no tienes armonía, no rindes en tus tareas cotidianas y los niveles de estrés son elevados.

Observa tu cuerpo, imagínate atravesad@ por una tubería por donde pasan todas tus energías, vibraciones, deseos y sensaciones. ¿Qué pasaría si esa tubería se rompe o se tapona con un sentimiento específico? ¿El flujo de las otras energías estará limitado e incluso se bloquea?

Probablemente sentirías poca o ninguna energía, experimentarías cansancio, pereza, desamor, tristeza, carencias económicas y afectivas, y más. Muchas veces podemos identificar en qué momento empezamos a sentir esas sensaciones; otras veces es más antiguo.

Desde la mirada sistémica de las Constelaciones Familiares, hay sentimientos que no podemos explicar porque no son propios, los has heredado de un pariente anterior a ti.

Estudios separados realizados en las Universidades de Emory y Zurich demuestran que no solo heredamos el color de pelo o las facciones físicas, también heredamos traumas y sentimientos que vivieron nuestros padres, abuelos e incluso generaciones anteriores.

Este 2023, lo puedes declarar: tiempo para sanar y deshacer nudos de tu sistema. Imagina que regresas a casa en hora pico, la autopista está vacía; llegas en minutos, preparas una rica cena, te sientas a comer en familia y luego juegan un juego de mesa, mas tarde ven una película juntos.

¿Cuánta energía positiva vibrará entre ustedes? Al día siguiente, cada uno estaría renovado, energizado y más vivaz en sus labores.

Es más que un espejismo, es sanación del alma individual y colectiva. Puede empezar por ti con solo tomar la decisión.