SANTO DOMINGO.-El mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez, implicado en el caso Coral, reveló que desde el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR) se vendían los especialismos a miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para que éstos se retiraran con pensiones elevadas.
A cambio, el beneficiario tenían que pagarle el equivalente a tres meses del especialismo.
Girón Jiménez reveló el funcionamiento de un extenso entramado de corrupción militar el cual dejó cientos de millones de pesos a los cabezas de esas estructura que drenaban las finanzas de cuerpos castrenses especializados, especialmente el de Seguridad Turística (CESTUR) y de Seguridad Presidencial (CUSEP).
En una delación que sorprendió a quienes seguían la audiencia de solicitud de medida de coerción, el mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez inició su exposición advirtiendo que diría la verdad de lo ocurrido y señalando que eran ciertas las acusaciones que realiza el Ministerio Público en el caso que se le atribuye al jefe de la seguridad del expresidente Danilo Medina, mayor general Adán Cáceres Silverio, dirigir una red de corrupción.
Los implicados en la operación Coral son, además de Girón, el mayor general Cáceres Silvestre, Rossy Guzmán Sánchez (La Pastora), Tanner Antonio Flete Guzmán, hijo de la religiosa; el coronel policial Rafael Núñez de Aza, y el sargento de la Armada Alejandro José Montero Cruz.
Pero no lanzó acusaciones directas contra Cáceres Silverio y el director administrativo del Cuerpo de Seguridad Presidencial (CUSEP), coronel Rafael Núñez de Aza, sino que incluyó al actual director administrativo de la entidad, coronel Elvys Muñoz Peralta y al recién sustituido director del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR), Juan Carlos Torres Robiú.