Una reciente investigación de científicos canadienses indicó que las melodías que conmueven a una persona podría ser un poderoso analgésico sin efectos secundarios. Creen que abre nuevas perspectivas con aplicaciones contra el dolor.
A veces todos sufrimos”, canta la banda de rock R.E.M. Pero una nueva investigación en la revista Frontiers in Pain Research sugiere que el dolor puede aliviarse cuando los pacientes escuchan su música favorita. Investigadores canadienses se basaron en trabajos anteriores que mostraban que la música podría ser un analgésico libre de drogas, analizando qué tipo de música podría ayudar más. Esta disminución de la sensibilidad al dolor, llamada hipoalgesia, ocurre cuando los estímulos de dolor se interrumpen entre el punto de entrada y donde se reconocen como dolor por la mente consciente.
Mostramos que la música favorita elegida por los participantes del estudio tiene un efecto mucho mayor en la reducción del dolor térmico agudo que la música relajante no familiar, dijo el autor principal Darius Valevicius, estudiante de doctorado en la Universidad de Montreal, en un comunicado de prensa de la revista. El estudio se llevó a cabo en el Roy Pain Lab de la Universidad McGill en Montreal. Fue publicado el 25 de octubre.
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También encontramos que las respuestas emocionales juegan un papel muy fuerte en predecir si la música tendrá un efecto sobre el dolor, dijo Valevicius. Como parte del estudio, a los participantes se les aplicaron estímulos térmicos moderadamente dolorosos en el antebrazo interno. Esto se sentía como si se sostuviera una taza caliente de té contra la piel. Estas exposiciones se combinaron con fragmentos de música, incluyendo música favorita, pistas de control y luego silencio, cada uno con una duración de aproximadamente siete minutos. Escuchar música favorita redujo fuertemente la intensidad del dolor y el desagrado, encontraron los autores. Las pistas desconocidas pero relajantes no tuvieron el mismo efecto.
“Además, usamos música mezclada, que imita a la música en todos los sentidos excepto en su estructura significativa, y por lo tanto podemos concluir que probablemente no sea solo la distracción o la presencia de un estímulo sonoro lo que está causando la hipoalgesia”, dijo Valevicius. Los investigadores preguntaron a los participantes sobre sus respuestas emocionales a su música favorita y asignaron temas.
“Encontramos que los informes de experiencias emocionales conmovedoras o agridulces parecen resultar en calificaciones más bajas de desagrado ante el dolor, lo que se debió a un disfrute más intenso de la música y a más escalofríos musicales”, dijo Valevicius. Los escalofríos musicales no se comprenden del todo, pero sugieren un proceso neurofisiológico que bloquea efectivamente las señales de dolor, según los autores. Estos escalofríos pueden manifestarse como una sensación de hormigueo, escalofríos o piel de gallina. Los investigadores señalaron que una limitación del estudio es que los fragmentos de música estaban cronometrados. Escuchar música relajante durante más tiempo podría tener efectos más fuertes.
Los investigadores dijeron que también sería importante estudiar si se observaban beneficios con otros estímulos como la estimulación mecánica o el dolor crónico. “En especial cuando se trata de los temas emocionales en la música favorita, como lo son las melodías conmovedoras/agridulces, estamos explorando nuevas dimensiones de la psicología de la escucha musical que no han sido bien estudiadas, especialmente en el contexto del alivio del dolor”, dijo Valevicius. “Como resultado, los datos de los que disponemos son limitados, aunque los resultados preliminares son bastante sólidos”.