Descubra los 12 mitos sobre los métodos anticonceptivos

Descubra los 12 mitos sobre los métodos anticonceptivos

Descubra los 12 mitos sobre los métodos anticonceptivos

Evitar un embarazo no deseado no es un juego, por lo que es importante aclarar  y saber con certeza cuáles son mitos y cuáles son verdades.

El uso de los métodos anticonceptivos se remonta a la antigüedad. Existen textos bíblicos, chinos, griegos, árabes y egipcios que explican distintas maneras de evitar la fecundación. Desde aquellos días, existen numerosos mitos en torno a la anticoncepción que se han popularizado a pesar de los esfuerzos de la ciencia por derribarlos.

Muchos hombres y mujeres aún creen que la píldora provoca infertilidad, que en la primera relación sexual no hay embarazo o que el DIU provoca cáncer. Echa a un vistazo a estos mitos acerca de los métodos anticonceptivos.

12. El DIU (Dispositivo Intrauterino) es abortivo

El DIU es un pequeño dispositivo de metal y plástico en forma de “T”; se coloca dentro del útero para prevenir el embarazo. Es seguro, eficaz y duradero. No puedes colocarlo ni retirarlo tú misma, debe hacerlo tu ginecólogo. La función del DIU es dificultar el paso de los espermatozoides a las trompas y por lo tanto no se considera abortivo.

11. El coito interrumpido evita el embarazo

Aunque se trata de una de las creencias más arraigadas, lo cierto es que es un método demasiado arriesgado. El porcentaje de éxito es sólo del 60 por ciento; si no deseas un embarazo ni siquiera consideres esta metodología.

10. Lavarse, bañarse u orinar luego de tener relaciones evita el embarazo

Ninguna de estas tres medidas evita un embarazo, ya que no pueden lograr que los espermatozoides del semen que fue depositado en el cuello uterino llegue al óvulo. Es una creencia antigua que no hace sino confundir y provocar situaciones no deseadas.

9. Las relaciones sexuales de pie impiden el embarazo

Ninguna (repetimos, ninguna) posición sexual evitará un embarazo. Si no utilizas un método anticonceptivo como pastillas, DIU o profiláctico, no evitarás el embarazo. No existen posturas que dificulten o favorezcan la concepción. Para que ocurra la fecundación, los espermatozoides tienen que alcanzar las trompas de Falopio, un viaje que se completa sea cual sea la posición usada en el coito.

8. En la primera relación no hay riesgo de embarazo

Lamentablemente, esta creencia es la culpable de muchos embarazos no deseados, sobre todo en adolescentes. Una vez que se haya producido la ovulación en la mujer, esta puede quedar embarazada, más aun, antes de la primera menstruación también existe esta posibilidad ya que el óvulo se expulsa unos días antes del sangrado.

7. La píldora aumenta el riesgo de sufrir un cáncer

Los anticonceptivos orales no solo no predisponen a la aparición de muchos tipos de tumores sino que la previenen. Según la organización American Cancer Society, las mujeres que usaron anticonceptivos orales (píldora anticonceptiva) tienen un menor riesgo de cáncer de ovario. Esto se observa después de los primeros 3 meses de uso, y el riesgo es menor mientras más tiempo se use la píldora.

6. Los anticonceptivos orales provocan esterilidad

No existe relación entre la ingesta de pastillas anticonceptivas y problemas de infertilidad. Los métodos anticonceptivos orales son reversibles al poco tiempo de suspenderlos; es decir, que al mes o a los dos meses de abandonar su ingesta, se retorna a la ovulación. Gran parte de las preocupaciones relativas a la posibilidad de concebir post-anticoncepción son infundadas, y sin sustento científico.

5. La píldora aumenta el vello y engorda

Con los actuales preparados y las dosificaciones cada vez más bajas, es extraordinariamente raro que aparezcan este tipo de efectos secundarios. De hecho, la mayoría de las mujeres que las utilizan aseguran que producen el efecto contrario, ya que controlan mejor los ataques de ansiedad que se producen durante la ovulación y unos días antes de la menstruación. Además, reducen notablemente el acné.

4. La pastilla es infalible

Los anticonceptivos orales pueden perder su eficacia si se ingieren en combinación con otros fármacos. La absorción de los anticonceptivos puede verse en riesgo cuando se ingiere otros medicamentos, como algunos antibióticos, medicación contra el VIH y anticonvulsivos. Si debes someterte a un tratamiento farmacológico, consulta con el ginecólogo la efectividad de la pastilla anticonceptiva o podrías estar en riesgo de quedarse embarazada.

También es importante recordar que para que estos anticonceptivos sean efectivos deben tomarse a diario, sin olvidar ninguna dosis. Lee el prospecto, allí encontrarás qué hacer en caso de que hayas olvidado tomar la pastilla uno o más días. Si no lo tienes, consulta con tu ginecólogo.

3. El preservativo puede estar pinchado o romperse

Hay muchas historias sobre preservativos rotos o pinchados, pero lo cierto es que tanto los fabricantes como las entidades encargadas del control y supervisión de estos productos los someten a distintos controles de calidad. Es importante recordar que, a diferencia de los otros métodos anticonceptivos, el preservativo es el único que también evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

La causa más frecuente de la ruptura de un preservativo son los errores en colocación. Además, debes tener en cuenta su fecha de vencimiento, las condiciones en que estuvo guardado y no usarlos con sustancias lubrificantes que pueden deteriorarlos.

2. Es suficiente usar el preservativo sólo durante la eyaculación

Es arriesgado e insensato pensar que esta premisa es cierta. Antes de la eyaculación hay fugas de espermatozoides que pueden provocar un embarazo. Además, no siempre el varón puede controlar cuál será el momento preciso de la eyaculación.

1. La vasectomía afecta la orientación sexual

Existe la creencia de que por hacerse una vasectomía, el hombre perderá su hombría, cambiará de orientación sexual o tendrá relaciones íntimas poco satisfactorias. Sin embargo, este procedimiento no modifica en nada las relaciones de ninguna persona; no tiene efectos en su deseo sexual, ni en la calidad de sus relaciones sexuales.

Es una cirugía para cortar los conductos que llevan los espermatozoides desde el escroto hasta los testículos. Después de una vasectomía, los espermatozoides no pueden movilizarse fuera de los testículos y por lo tanto, nunca podrán fecundar ningún óvulo. Es procedimiento que realiza un cirujano utilizando anestesia local; el paciente estará despierto pero no sentirá ningún dolor, según publica el elvocero.com.