Los hechos delictivos han desbordado la capacidad operativa y hasta técnica de la Policía Nacional, con la secuela de desconfianza que esta institución genera en amplios segmentos de la sociedad, principalmente por el involucramiento de agentes en acciones cuestionables.
Sin embargo, no se justifican los linchamientos de delincuentes, aunque pueden interpretarse como parte de la frustración que hoy aqueja a muchos dominicanos por la falta de sanciones por parte de la Justicia y las demás autoridades obligadas a garantizar la seguridad y la tranquilidad.