“La frontera” ha sido utilizada para sustituir “el límite”, cuando se trata de la delimitación geográfica de los países.
La frontera, lo mismo que el límite es de gran extensión en los territorios continentales conocidos, sin embargo, en uno de los pocos casos en que dos países se dividen el espacio territorial y marítimo de una pequeña isla, como son República Dominicana y Haití, así de pequeña resulta ser la frontera; esa pequeñez debe ser aprovechada principalmente por la República Dominicana para convertir la frontera en desarrollo, con una inversión internacional de recursos, proponiendo, en lugar de un muro, una amplia autopista entre ambos países, que abarque en su centro la divisoria línea fronteriza; veamos entre Haití y República Dominicana una autopista Las Américas, con su muro sembrado de uvas de playa, a la altura de la cintura del cualquier enano, y alcancemos el desarrollo de la frontera, con una amplia carretera que acompañará a completar el sueño de Duarte, Sánchez y Mella, quienes mandarán sus saludos desde donde estén, a ese aporte a su obra 174 años después.
*Por Juan B. Cuevas Medrano
