Bloomberg News.-El sentimiento separatista de Cataluña, una región cultural y lingüísticamente diferente del noreste de España, creció en los últimos cuatro años, alimentado por la insatisfacción por el alto desempleo y los recortes de los servicios públicos.
Si bien la consulta no tiene validez legal, el presidente catalán Artur Mas apunta a utilizarla para obligar al presidente español Mariano Rajoy a negociar un camino hacia la independencia.
La votación tiene lugar en momentos en que el establishment político español se enfrenta a la peor crisis desde el retorno de la democracia hace 36 años.
El desempleo llega al 24 por ciento, el segundo más alto de Europa después de Grecia, y las acusaciones de corrupción han debilitado la autoridad moral del gobierno.
Rajoy antes había dicho que los tribunales y la policía impedirían la votación. Sin embargo, cuando más de mil lugares de votación abrieron en toda la región el domingo, el primer ministro puso tibios reparos para evitar impulsar a más catalanes al bando separatista.
Rajoy libra batallas en varios frentes. La popularidad de su gobierno está cayendo en picada y su partido enfrenta acusaciones de que varios funcionarios aceptaron sobornos a cambio de contratos.
