En el país ocurren cada año alrededor de 18 mil accidentes cerebrovasculares cada año y el número fatal de este “premio” puede caer en cualquier persona, sin distinción de clase social, raza o edad.
Luis Suazo, presidente de la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, explicó que quienes sufren un accidente cerebro vascular (ACV) pueden morir al instante o quedar inhabilitados físicamente por el resto de su vida.
En un escenario favorable, si es asistido a tiempo por los médicos y recibe el medicamento adecuado, podría reducir sus capacidades físicas, pero recuperarlas paulatinamente en un proceso de rehabilitación. Dijo que la cifra de muertes e inhabilitados se podría reducir.