Es uno de los riesgos más comunes del sexo y le ha ocurrido recientemente a un mujer británica momentos antes de alcanzar el orgasmo. Su caso reabre la polémica sobre los riesgos de esta práctica sexual
La noticia ha corrido como la pólvora por medios nacionales e internacionales por insólita. Una mujer sufrió convulsiones y “pérdida de conciencia transitoria” (TLOC, por sus siglas en inglés) momentos antes de alcanzar el orgasmo, según recoge BMJ Case Reports. Al ver que no respondía, su pareja decidió llevarla al hospital, donde recuperó la consciencia.
El informe médico apunta que la mujer, de 44 años, perdió el conocimiento cuando estaba a punto de alcanzar el orgasmo y sus vasos sanguíneos estallaron. Cuando llegó al hospital ya había recuperado la consciencia y sus signos vitales eran normales, pero sufría dolor de cabeza moderado, de 6 sobre 10, en la escala de dolor, señala el New York Post.
En principio, los médicos del Hospital Universitario West Middlesex (en Isleworth, Londres) que la atendieron creían que había experimentado una convulsión, dados sus síntomas y el hecho de que su función cognitiva hubiera vuelto a la normalidad, tal y como publica Iflscience. Aunque era fumadora y bebedora ocasional, se trataba de una persona sana sin problemas médicos importantes antes de su hospitalización.
“La paciente informó que se acercaba al orgasmo mientras recibía sexo oral de su pareja antes de perder la consciencia”, contó el equipo médico liderado por el doctor Yunus Gokdogan. Su pareja relató que durante el episodio, el cuerpo de su pareja se puso rígido y perdió el conocimiento durante dos o tres minutos.
Tras una nueva inspección, los médicos pensaron que había sufrido un síncope o desmayo causado por una repentina falta de suministro de sangre al cerebro relacionado con la actividad sexual.
Ante la posibilidad de que hubiera sufrido una hemorragia intracerebral, debido a su dolor de cabeza continuo, se le realizaron varias pruebas (una tomografía computarizada y una angiografía) que finalmente revelaron, según publica ABC, que tenía un bulto de 7 milímetros en la arteria. Este aneurisma de la arteria había provocado una hemorragia subaracnoidea, que es un tipo de ictus.
Según los médicos no es extraño que los orgasmos causen un derrame cerebral ya que el sexo y el ejercicio físico comparten características y pueden tener efectos similares en la circulación, es decir, una mayor frecuencia cardíaca y presión arterial.
“Las actividades que implican aumentos repentinos de la presión arterial y la actividad sexual están bien descritas como un precipitante o precursos”, exponen en el informe del caso. “Los estudios con monitoreo intraarterial durante el coito demuestran que, durante la actividad sexual, la presión arterial, así como la frecuencia cardíaca, es muy frágil, con aumentos particulares durante el orgasmo”, añaden.
No es la primera vez que se demuestra la relación entre el sexo y la posibilidad de sufrir un derrame cerebral. Un estudio de la Universidad de Utrecht (Holanda), publicado en la revista ‘Stroke’, identificó algunos factores que aumentan el riesgo de derrame cerebral. Tomar café, hacer ejercicio físico pesado y sonarse la nariz ocuparían las primeras posiciones, después vendría practicar sexo.
“Todos estos comportamientos aumentan la presión sanguínea temporalmente y facilitan que el vaso inflamado por un aneurisma se rompa. Así de sencillo”, explica Monique Vlack, neuróloga en el Centro Médico Universitario de Utrech.
Por cierto, al final, la paciente se recuperó gracias a un procedimiento conocido como ‘enrollamiento endovascular’, que previene la entrada de sangre con un catéter que mediante una pequeña bobina aísla el aneurisma del flujo sanguíneo. Fue dada de alta del hospital 15 días después y no ha presentado ningún déficit neurológico.
Cefalea coital
Aunque este episodio es diferente, ya que se trata de sexo oral en lugar de penetración, los expertos advierten que en algunos casos, puede haber pérdida de consciencia durante los orgasmos.
Hay personas que suelen sufrir ‘cefaleas orgásmicas’, “son las más comunes, representan el 75 por ciento de las cefaleas asociadas a la actividad sexual y se caracterizan por la aparición súbita de dolor intenso en el momento del orgasmo o justo después”, explica Beatriz Trujillo García, psicóloga sanitaria y sexóloga de ISEP Clinic Madrid.
Y es que, tal y como apunta Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), durante el orgasmo aumenta la presión dentro del cerebro, y aunque esto no debería representar un peligro, en algunas ocasiones, estos esfuerzos llegan a ser similares a los de tratar de mover un armario, lo que podría lo que podría conducir a un aneurisma o derrame cerebral incluso en personas sanas.
Lo más importante es valorar si existen otros síntomas como la pérdida de consciencia, la visión doble o la rigidez en la nuca porque puede ser señales de otras enfermedades más graves.
“Cuando el orgasmo provoca una gran cefalea y una posterior pérdida conciencia hay que acudir rápidamente al hospital”, asevera el doctor. No se trata de un estado de éxtasis y placer, sino de un accidente cerebral conocido como “hemorragia subaracnoidea”.
No obstante, no debe asociarse cualquier dolor de cabeza durante el coito a este riesgo, ya la cefalea coital, cuyas causas no están muy estudiadas, son totalmente tratables por los médicos si están afectando negativamente la vida sexual.
Tomado de Yahoo!.com