Depender significa sujetarse a las condiciones y restricciones que impone otra persona, estar bajo su mando y autoridad.
Cuando dependes emocionalmente de tu pareja, estás manteniendo una relación en la cual la otra persona es quién traza las pautas, mientras tú estás siempre insegura y entiendes que tu pareja es la que te compensa.
Nos enseñaron que el amor es darlo todo sin pedir nada a cambio. Eso no es amor, es sumisión e infravaloración de uno mismo.
Amor es un intercambio de afectos, respeto consideración y responsabilidades entre personas que decidieron formar una pareja (conjunto de elementos de la misma clase), que miran juntos hacia un futuro, por tanto, deciden ambos y negocian.
Generalmente, el dependiente emocional de su pareja, escoge personas posesivas que empujan a aislamiento del otro de sus amistades y familiares. Identificar que estamos dependiendo de alguien y si el otro es dominante y tóxico, para hacer las modificaciones.
Estar consciente permite el inicio del trabajo para no sufrir tanto.
Se puede trabajar en aspectos como: revisar los logros que hemos tenido, no buscar la aprobación ni de la pareja ni de otras personas, iniciar nuevos proyectos, dedicar tiempo para ti mismo, comenzar a ir solo a algunos eventos sin depender de que la pareja te acompañe, buscar nuevas actividades, relacionarte con personas nuevas e interesantes, reconectar con tus amistades del pasado y con tu familia, ver a tu pareja tal cual sin idealizarla, trabajar en tu autoestima, fomentar tu autonomía e individualidad y cultivar una vida social más amplia.