
Rebosan la prensa detalles espeluznantes de denunciada corrupción que afea al Gobierno y opaca expedientes de la anterior administración transados en los tribunales.
¿Qué está pasando?
Las siglas desfilan una detrás de otra: Inabie, Intrant, Senasa, Promese/CAL, Ogtic, Punta Catalina y las EDE, el desastre en Educación atribuido al exministro Fulcar, alegados fraudes y fallas en los peajes, bonos de Supérate y otros subsidios sociales… La lista es larga. En Agricultura hubo destituciones por investigación inconclusa de sobornos y fraudes del programa de créditos subsidiados.
En al menos diez escándalos las consecuencias han sido la destitución o rotación a otro cargo de los responsables de denunciada corrupción, dolo o mala gestión.

El exdirector de la Ogtic, Bartolomé Pujals, ingresó al Gobierno en 2021 como activista anticorrupción. Luego protagonizó tres escándalos (tuitero que incumplió contrato tras cobrar más de RD$6 millones; alquiler cuestionado de nuevo edificio y licitaciones irregulares).
En vez de ser enjuiciado se premió al abogado de 38 años designándolo representante ante la Organización de Aviación Civil en Montreal.
Hace días el de jefe las distribuidoras de electricidad anunció que sometería al exadministrador de Edeeste por fraudes en cobros de energía a 42,000 clientes. Hay denuncias de malas compras de carbón y gestión ineficiente por repetidos pinches de calderas de Punta Catalina, aparte de la quiebra de las EDE y apagones incesantes.
Paradoja
Abinader está empeñado en comunicar su compromiso anticorrupción pese a que se multiplican las denuncias sin solucionar la mayoría de las anteriores.
Los escándalos dañan la popularidad del PRM y la gestión de Abinader. Tras topes de casi 70 %, esta semana el reputado Centro Económico del Cibao de Leonardo Aguilera, reporta que el partido oficial lidera simpatías con apenas 40 % mientras la oposición va detrás con menos de 30 %. Luce que, si Abinader no saca del Gobierno a las “garrapatas” de su partido, como llamaba Bosch a los malandros del PRD, habrá más problemas…
En el peor momento por la creciente presión opositora, Abinader sin embargo recibió un notable espaldarazo de parte del Departamento de Estado americano al proponer que la República Dominicana lidere la agencia de la Naciones Unidas que combate al narcotráfico, un oportuno reconocimiento a la reciedumbre moral y honestidad del presidente.
El porvenir
Mientras bullen en el caldero de la maledicencia tantos escándalos, otros asoman como la punta del témpano que hundió al Titanic.
La prensa, televisión, radio y redes sociales señalan que el administrador del CEA (que también dirige Bienes Nacionales) ha empeorado la quiebra del ingenio Porvenir, cuyas últimas dos zafras muestran un insólito desempeño negativo, según estadísticas del INAZUCAR.
El funcionario, Rafael Burgos, había prometido en 2024 una zafra de más de 200,000 toneladas de caña, pero la última cosecha molió 98,183 toneladas de caña, con un rendimiento de -0.94 % para una producción de 926 toneladas de azúcar, con tiempo perdido de 74 %.
Estos indicadores de recuperación en fábrica significan que, en una zafra de 200 días, Porvenir tendría que moler el doble de su capacidad para producir 15,000 toneladas de azúcar como ahora promete Burgos.
Es matemáticamente imposible.
Las denuncias fueron respondidas por Burgos atribuyendo a inexistentes compradores del ingenio un interés por reducir el precio que atribuye a Porvenir, de US$2,500 millones, increíble pues el precio de referencia para construir un ingenio nuevo es US$1.2 millones por tonelada métrica de caña.
Porvenir, sustituyendo máquinas y equipos inservibles, podría moler 2,000 toneladas diarias. Su precio, si todo fuera nuevo sin uso previo, no pasaría de US$24 millones.
Porvenir controla menos de 4,000 hectáreas, cuyo valor no llega a US$9,000 por hectárea. Su precio inmobiliario es menos de US$36 millones.
Aun sobrevalorando al ingenio Porvenir, no se explica cómo Burgos arriba a US$2,500 millones si lo anterior suma apenas US$60 millones más unas cosechadoras mecánicas de origen desconocido. Su pasivo podría darle un valor negativo.
Como en prestidigitación, detrás del humo permanece la verdad: da vergüenza la gestión de Porvenir y tratar de maquillar ese escándalo con campañas de prensa.
Consecuencias
El presidente es reacio a admitir que sus funcionarios lo traicionan con las irregularidades denunciadas. La improbabilidad de pagar consecuencias o rendir cuentas a la Justicia envalentona a quienes ven que inculpados del Gobierno anterior negocian con el Ministerio Público sentencias mínimas o impunidad, quedando ricos según el rumor público. Quizás sentirse apoyado envanece y estimula el síndrome adánico e irritantes proyectos de “búsqueda”.
Debemos enderezar el rumbo. Hay una pesada sombra perceptible en el ánimo público: que el país no merece el fucú perredeísta, quebrar por subsidios y corrupciones para que los propios ciudadanos subsidiados voten por la oposición, que no fue mejor que el actual Gobierno pese a sus pesares.