El holandés Jacobus Van Nierop fue sentenciado a ocho años de prisión como responsable de haber mutilado la boca a un centenar de personas en la localidad de Château-Chinon, que tiene una población de unos 3,000 habitantes.
Según la Fiscalía, el especialista sentía placer al destrozar la dentadura de sus pacientes. Cuando llegó se convirtió en la esperanza de una población que contaba con unos servicios de salud deficientes