El profesor Rafael Nino Féliz, vicerrector de Extension de la UASD, ha denunciado que esa academia está penetrada por grupos económicos corporativos que “corrompen sin control” a funcionarios, profesores, empleados y estudiantes.
Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Decenas de padres de familias cuyos hijos estudian en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) demandaron de las autoridades de esa casa de altos estudios prestar especial y rápida atención a la denuncia que hiciera el vicerrector de Extensión, Rafael Nino Félix.
Los demandantes exigen una investigación sobre la denuncia del vicerrector Nino Féliz en el sentido de que que esa academia está penetrada por grupos económicos corporativos que “corrompen sin control” a funcionarios, profesores, empleados y estudiantes.
En un documento de prensa Israel Toribio, Juan T. Hernández, Carmen del Orbe, Isidro Maldonado, Juan Manuel Castro, Isabel Lantigua, María de Contreras, Victor H. López, Francisco Ortega Ruíz, Hipólito Rosario, José Miguel Rodríguez, y Antonio Suriel, entre otros, sostienen si no se toma carta en el asunto, retirarían sus vastagos de la UASD, porque de lo contrario podrían ser presas para lograr objetivos oscuros y malvados que dirigen esos grupos en contra de la misma institución.
Añadieron que partiendo de la denuncia la UASD está o podría estar al doblar la esquina de que unos pocos desaprensivos dominen la primera y más grande institución académica del país, con fines cuestionables.
Uno, dos, tres, cuatro ó 10 elementos no pueden hacer sucumbir la universidad, indican los padres de familia.
Se mostraron totalmente de acuerdo de que “es necesaria una gran reacción para salvar la UASD”, porque si a actual situación se le suma la crisis institucional, administrativa, irracionalidad, falta de control, violación de derechos adquiridos, falta de planes, entonces la UASD está camino a un gran peligro no sólo para el futuro de liderazgo honesto, sino para su propia existencia.
Recientemente un conjunto de organizaciones estudiantiles de la UASD demandó el inmediato saneamiento de la UASD, y que el mismo comience con el máximo organismo de la Universidad, el Consejo Universitario.
