DALLAS, Texas.-Los problemas de Delta y sus clientes se prolongaron por segundo día con la cancelación de 400 vuelos.
Las cancelaciones del martes se suman a los casi 1.000 vuelos cancelados y 2.800 demorados el lunes después que un apagón informático en su sede de Atlanta dio lugar a una caída global de los sistemas de reservas y comunicaciones.
La aerolínea recuperó su sistema central el mismo lunes, pero la ola expansiva fue tan potente que se prolongó un día más.
FlightStats, una empresa de monitoreo del tráfico aéreo, calculó que el martes había casi 700 vuelos demorados, y 400 cancelaciones.
Más de 1.000 personas pasaron la noche en el aeropuerto de Narita en Tokio debido a las cancelaciones, y aunque se prevé la reanudación de vuelos en el día, la portavoz de Delta, Hiroko Okada, dijo que se prevén más retrasos.
El CEO de la aerolínea, Ed Bastian, presentó disculpas por video. Además ofreció reembolsos y cupones de viaje de 200 dólares a los afectados por cancelaciones o por demoras de al menos tres horas.
El reto el martes será encontrar plazas suficientes en los aviones durante la temporada alta de las vacaciones de verano para acomodar a las decenas de miles de pasajeros cuyos vuelos se vieron afectados.
El mes pasado, la ocupación media de los vuelos de Delta fue del 87%.
Delta publicó un video con disculpas de su director gerente, Ed Bastian, y ofreció reembolsos y bonos de viaje de 200 dólares para quienes vieron su vuelo cancelado o sufrieron retrasos de un mínimo de tres horas.
Para los pasajeros, la situación se vio agravada porque las actualizaciones tampoco funcionaban. En lugar de poder quedarse en casa o en su hotel, muchos pasajeros se enteraron de los problemas sólo al llegar al aeropuerto y haber pasado la revisión de seguridad. Es decir, quedaron atrapados.
Los problemas eran tan graves que en cierto momento la aerolínea advirtió que toda la información que está transmitiendo, ya sea en su sitio web, en su app, o incluso mediante su personal en los aeropuertos, podría estar desactualizada.
“Para cuando llegué a la puerta los empleados estaban ya hartos, y fue realmente difícil conseguir que alguien me hablase u obtener alguna información”, dijo Ashley Roache, cuyo vuelo de Lexington, en Kentucky, al aeropuerto de La Guardia de Nueva York fue retrasado.
“La empresa podría haber hecho un trabajo mejor explicando (…) lo que ocurría”.
El portavoz de Delta, Trebor Banstetter, dijo que tras el corte de electricidad en la sede de la empresa en Atlanta, algunos sistemas clave y equipamientos de redes no cambiaron al sistema de emergencias. La aerolínea sigue investigando las causas del problema, apuntó agregando que no hay indicios de hackeo.
Por su parte, un vocero de Georgia Power señaló que la empresa cree que un fallo en los equipos de Delta provocó el corte de electricidad. Ningún otro cliente experimentó un problema similar, agregó. Delta declinó comentar la información de la empresa eléctrica.
Los vuelos que ya estaban en el aire en el momento del problema siguieron en ruta, pero los que todavía estaban en tierra ya no despegaron.
A las 13:45 (EDT), Delta dijo que había cancelado unos 1.000 vuelos y la firma especializada de seguimiento de vuelos FlightStats Inc. había contabilizado más de 2.900 vuelos demorados desde el lunes.
Delta es la tercera aerolínea del mundo por pasajeros, con 138,8 millones de viajeros el año pasado, según el grupo del sector IATA. Sólo se vio superada por poco por American Airlines y Southwest Airlines, y todas ellas vuelan principalmente dentro de Estados Unidos.
El problema afectó a la actividad aérea en Estados Unidos y en el extranjero. Más de 1.000 personas pasaron la noche en el aeropuerto de Narita, a las afueras de Tokio, por los problemas de la aerolínea.