Bloomberg News.-La absorción que planea Michael Dell del fabricante de computadoras personales que él fundó todavía no es un hecho.

Un quinto de las acciones de Dell está en manos de inversores como Southeastern Asset Management Inc. y el activista Carl Icahn, que se oponen a la operación, aun cuando la propuesta de absorción por US$24,400 millones del máximo responsable ejecutivo Dell y su socio Silver Lake Management LLC ayer recibió el sorpresivo apoyo de Institutional Shareholder Services Inc.

Otras dos firmas de asesoramiento a accionistas siguieron sus pasos.

Esto deja a Michael Dell sólo diez días hasta una votación del 18 de julio para convencer a los inversores indecisos cuyo apoyo podría inclinar la transacción en su favor.

 Una comisión especial del directorio de Dell que supervisa la operación se reunirá con los accionistas principales para buscar respaldo para la absorción y alentará al CEO a hacer lo mismo, dijo una persona con conocimiento de la situación.

Si no se consiguieran los votos para aceptar la oferta, las acciones de Dell podrían desplomarse y nublar el futuro de la compañía.

“Todavía hay varias posibilidades y existe el riesgo de que la operación fracase”, señaló Bill Kreher, analista de Edward Jones Co. de St. Louis que recomienda mantener las acciones de Dell.