
Santo Domingo.- Lo que se suponía debía ser un motivo de júbilo para los moradores de Santo Domingo Oeste la construcción de un estadio de fútbol anunciado por el entonces alcalde José Andújar, hoy se ha convertido en motivo de frustración.
El proyecto, que prometía beneficiar a miles de niños de las zonas del 12 de Haina y comunidades cercanas, yace abandonado entre basura, maleza y desechos, convirtiéndose en un foco de contaminación y criadero de mosquitos.
Durante un recorrido realizado por un equipo de El Día, se pudo constatar el abandono total de la zona por parte del actual alcalde Francisco Peña.

Basura, maleza y abandono
Lo que debía ser un estadio moderno para impulsar el desarrollo del fútbol local se ha transformado en un espacio insalubre, afectado por la proliferación de mosquitos y el vertido de basura, lo que representa un riesgo sanitario para las comunidades aledañas.
A pesar de las condiciones adversas, algunos entrenadores han decidido aprovechar el terreno para impartir prácticas improvisadas de béisbol y fútbol, tratando de mantener viva la esperanza de los niños deportistas. Sin embargo, aseguran que no existe ningún avance visible en la construcción del prometido estadio.

“No se ha hecho nada, absolutamente nada. Dijeron (en la alcaldía de Santo Domingo Oeste) que iban a reiniciar pronto el proyecto de fútbol, pero desde que estoy aquí nadie ha venido”, expresó Amaury Sosa, entrenador deportivo improvisado que utiliza el terreno para entrenar a decenas de niños del sector.

Sosa explicó que, aunque no existe una autorización formal, acudió a la alcaldía para solicitar permiso temporal para el uso del espacio.
De espalda a la alcaldía
“Fui a la oficina y me dijeron que, mientras tanto, podía estar aquí hasta nuevo aviso, porque se tiene proyectado construir una cancha de fútbol. Tengo una familiar que trabaja allí y, por ella, me confirmaron, pero no hay nada concreto”, señaló.

El panorama que se observa en el lugar resulta desolador. Decenas de niños cruzan diariamente una vía de alto tránsito para llegar al terreno, poniendo en riesgo sus vidas.
Además, deben entrenar entre charcos, basura y bajo un sol abrasador, sin un espacio adecuado para refugiarse.
A un costado del solar, algunos padres improvisan casetas de madera y lonas para protegerse del calor durante las prácticas.

Anthony García, quien lleva décadas dedicado a la enseñanza del béisbol infantil, lamentó las condiciones en que los menores practican su deporte favorito.
“Ahora mismo todo han sido promesas. Uno sigue esperando, pero tú sabes que eso nos devalúa como liga. Entrenar entre basura y lodo no es saludable para los niños ni para nadie”, subrayó.
Otros entrenadores de la zona también expresaron su frustración y exigieron la intervención inmediata del Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste (ASDO).
“Necesitamos que el ayuntamiento haga algo. Que lo destine a pelota, a fútbol, pero que haga algo. Este terreno no puede seguir así”, reclamaron.
Entre los presentes también estaba Leandra Hernández, madre de dos niños que practican en el lugar. Bajo un techo improvisado de zinc y cartón, comentó que las malas condiciones han provocado que muchos padres dejen de llevar a sus hijos.

“Aquí estoy bajo el sol, y si llueve, nos mojamos. Esto es un sacrificio, pero lo hacemos por los niños. Solo pedimos que las autoridades cumplan con lo que prometieron”, expresó.
Hernández agregó que el deporte representa una vía segura para alejar a los jóvenes de los vicios y fomentar valores como el respeto, la disciplina y el trabajo en equipo.
“Ojalá el ayuntamiento piense en eso. Nuestros hijos necesitan oportunidades, no promesas vacías”, insistió.
Dos años de abandono
La obra fue anunciada a final del 2022 y se dijo sería una cancha profesional de 90 metros de largo por 45 ancho, requerimiento mínimo que exige el fútbol profesional para poder realizar los torneos internacionales.
El terreno, que antes albergaba el Mercado de Pulgas, fue despejado mediante el desmonte de palmas y otras especies. Sin embargo, tras el cambio de gestión municipal, los trabajos fueron paralizados y el área quedó abandonada.
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Carlos Canario
Primero Dios. Soy esposo, padre, locutor y periodista. Con conocimientos en redacción deportiva , prensa televisiva, escrita y digital.
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