*Por Ramón Mercedes
Nueva York.- El Departamento de Policía de esta ciudad, donde cientos de quisqueyanos están enrolados, enfrenta actualmente una epidemia de suicidios entre sus agentes que ha llevado al comisionado James O’Neill a declarar una emergencia de salud mental en la institución.
En lo que va del año se han quitado la vida nueve uniformados, los últimos dos correspondientes a los hispanos Robert Echevarría, de 56 años, con 20 en la institución y Anthony Ríos, con 7, este último presuntamente dominicano.
Los suicidios han sido una pesadilla recurrente para la fuerza policial más grande de los EE.UU y han llevado a una discusión sobre el costo psicológico del trabajo policial, una profesión en la que discutir sobre salud mental fue vista durante mucho tiempo como un tabú.
Las muertes se han producido a pesar de los crecientes esfuerzos del departamento para alentar a los oficiales a buscar ayuda para la depresión y otros problemas de salud mental.
El comisionado de la policía neoyorkina ha enviado una nota recordando que hay ayuda disponible si se sienten deprimidos, sin esperanza o contemplando autolesiones.
El alcalde Bill de Blasio expresó su preocupación sobre la ola de suicidios, tras la muerte de Echeverría y dijo que la ciudad hará lo que sea necesario para ayudar a los uniformados.
Junto al comisionado James O’Neill y el jefe del departamento, Terence Monahan, se estableció un plan que incluye convocar a expertos en salud mental, poner en los 76 cuarteles existentes en la Gran Manzana consejeros y personal médico especializado.