A propósito del día nacional del periodista conmemorado cada cinco de abril, por considerable interés compartimos el decálogo de ética periodística publicado por la «Fundación Gabo«.
Desde el profeta Moisés hasta nuestros días, los decálogos han demostrado ser de gran utilidad para guiar la conducta humana. Suelen ser breves, contundentes y fáciles de memorizar. Es por esto que cuando hablamos de ética periodística, abundan también estos listados con 10 mandamientos.
A fin de destacar su valor, queremos recopilarlos aquí, y de esta manera ayudar a quienes estudian el azaroso campo de la ética periodística a identificar qué elementos tienen en común. Si conoces algún decálogo de ética periodística que merezca ser incluido en esta colección, puedes escribirnos a redetica@fundaciongabo.org para que lo hagamos.
Valga la pena aclarar antes que no todos los decálogos tienen 10 puntos. Algunos tienen nueve, otros doce. Como nos lo aclaró Fundéu cuando le consultamos a propósito de la elaboración de esta colección, no todo decálogo ha de tener 10 numerales de manera obligatoria, pues «un decálogo es un conjunto de normas o consejos ‘que, aunque no sean diez, son básicos para el desarrollo de cualquier actividad’, tal y como señala el diccionario académico».
El decálogo de Doris Fleeson
Uno de los primeros decálogos de ética periodística de los que se tenga registro, lo escribió una mujer. Se trata de Doris Fleeson, columnista política de mediados del siglo XX para The Washington Post, quien pronunció este decálogo en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Nebraska, Estados Unidos, el 6 de octubre de 1954.
- Observa con atención. El más grande reportero de la historia fue el pequeño niño que miraba el desfile real y dijo: “Pero el Emperador no lleva nada de ropa”.
- De todas las influencias que buscan deformar el juicio del reportero, las más respetables son las más peligrosas.
- Siempre toma tu trabajo con seriedad. Nunca te tomes a ti mismo seriamente.
- Un típico patriota es el hombre que piensa que los políticos de su país son los más corruptos, y sus mujeres son las más bellas de todos los países del mundo. Recuerda que él está equivocado en ambos casos y probablemente en todos los otros.
- Los presidentes y los políticos, así como los jueces, son tan honestos como la mayoría de los hombres, pero no más que eso.
- Las mujeres son personas. No hay tal cosa como el punto de vista de las mujeres y no dejes que ningún editor te diga lo contrario.
- Noventa por ciento de lo que se estima como genialidad es nada más que buena memoria. Entrena la tuya.
- Condena los clichés. Los verbos siempre por delante.
- Escribe bien, pero en un lenguaje entendible. No estoy sugiriendo jergas o coloquialismos. Por el contrario, ten tu diccionario a la mano.
- Nos dicen que el periodismo es efímero. No lo creas porque simplemente no es así. Las formas y métodos de presentación pueden cambiar pero no la necesidad del buen reporteo y edición inteligente en un mundo que sólo permanecerá libre si conoce los hechos de su existencia.
El decálogo de Javier Darío Restrepo
Tal vez el más popular de estos decálogos de ética periodística, debido a su practicidad, es el de Javier Darío Restrepo, quien, producto de sus talleres dictados sobre ética periodística, formuló su ‘Decálogo del buen periodista’ en el libro ‘Deontología periodística. Un camino urgente a seguir’ (2015), coordinado por José Luis Jáquez Balderrama.
- El buen periodista ha de ser, ante todo, una buena persona
- El buen periodista ha de estar orgulloso de su profesión
- El buen periodista tiene un sentido de misión en su ejercicio profesional
- El buen periodista es un apasionado por la verdad
- El buen periodista es autocrítico
- El buen periodista elabora conocimiento y lo comparte
- El buen periodista hace periodismo con un objetivo
- El buen periodista tiene el sentido del otro
- El buen periodista es independiente
- El buen periodista mantiene intacta su capacidad de asombro
El decálogo de Tomás Eloy Martínez
El argentino Tomás Eloy Martínez, quien dictó junto a Javier Darío Restrepo los primeros talleres de ética periodística organizados por la Fundación Gabo a finales de los 90’, también formuló su propio decálogo de ética periodística.
- El único patrimonio del periodista es su buen nombre. Cada vez que se firma un artículo insuficiente o infiel a la propia conciencia, se pierde parte de ese patrimonio, o todo.
- Hay que defender ante los editores el tiempo que cada quien necesita para escribir un buen texto y el espacio que necesita dentro de la publicación.
- Una foto que sirve sólo como ilustración y no añade información alguna no pertenece al periodismo. Las fotos no son un complemento, sino noticias en sí mismas.
- Hay que trabajar en equipo. Una redacción es un laboratorio en el que todos deben compartir sus hallazgos y sus fracasos, y en el que todos deben sentir que, lo que le sucede a uno les sucede a todos.
- No hay que escribir una sola palabra de la que no se esté seguro, ni dar una sola información de la que no se tenga plena certeza.
- Hay que trabajar con los archivos siempre a mano, verificando cada dato y estableciendo con claridad el sentido de cada palabra que se escribe.
- Evitar el riesgo de servir como vehículo de los intereses de grupos públicos o privados. Un periodista que publica todos los boletines de prensa que le dan, sin verificarlos, debería cambiar de profesión y dedicarse a ser mensajero.
- Hay que usar siempre un lenguaje claro, conciso y transparente. Por lo general, lo que se dice en diez palabras siempre se puede decir en nueve, o en siete.
- Encontrar el eje y la cabeza de una noticia no es tarea fácil. Tampoco lo es narrar una noticia. Nunca hay que ponerse a narrar si no se está seguro de que se puede hacer con claridad, eficacia, y pensando en el interés de lector más que en el lucimiento propio.
- Recordar siempre que el periodismo es, ante todo, un acto de servicio. Es ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, ser otro.
El nonecálogo de Kovach y Rosentiel
Los elementos del periodismo, libro escrito por Bill Kovach y Tom Rosenstiel, ha sido considerado por años como la Biblia del periodismo. Para Kovach y Rosentiel, “La verdad periodística es más que una mera fidelidad a los hechos, Es un proceso de selección que evoluciona en la interacción con los lectores. Además, esta desinteresada búsqueda de la verdad es lo que diferencia al periodismo de otras formas de comunicación”. Aunque le falta un punto para ser un decálogo, vale la pena destacar estos nueve elementos a los cuales debe ser fiel el periodista que proponen en su libro.
- La primera obligación del periodismo es la verdad.
- Debe lealtad ante todo a los ciudadanos.
- Su esencia es la disciplina de verificación.
- Debe mantener su independencia con respecto a aquellos de quienes informa.
- Debe ejercer un control independiente del poder.
- Debe ofrecer un foro público para la crítica y el comentario.
- Debe esforzarse por que el significante sea sugerente y relevante.
- Las noticias deben ser exhaustivas y proporcionadas.
- Debe respetar la conciencia individual de sus profesionales.
El dodecálogo de Camilo José Cela
Camilo José Cela era un lector voraz de periódicos y revistas y un colaborador infatigable de diferentes publicaciones, a pesar de que sus relaciones con el gremio no fueron todo lo cordiales, pues fue expulsado de la Asociación de la Prensa de Madrid en 1952 tras la publicación en Buenos Aires de ‘La Colmena’.
Una de sus mayores satisfacciones fue la creación de la carrera de Periodismo en la universidad que lleva su nombre en Madrid. El siguiente Dodecálogo de Deberes del Periodista fue presentado en mayo del 2001 en la Universidad Camilo José Cela, durante la clausura del ciclo Comunicación y Sociedad en el Siglo XXI.
- Decir lo que acontece, no lo que quisiera que aconteciese o lo que imagina que aconteció.
- Decir la verdad anteponiéndola a cualquier otra consideración y recordando siempre que la mentira no es noticia y, aunque por tal fuere tomada, no es rentable.
- Ser tan objetivo como un espejo plano; la manipulación y aun la mera visión especular y deliberadamente monstruosa de la imagen o la idea expresada con la palabra cabe no más que a la literatura y jamás al periodismo.
- Callar antes que deformar; el periodismo no es ni el carnaval, ni la cámara de los horrores, ni el museo de figuras de cera.
- Ser independiente en su criterio y no entrar en el juego político inmediato.
- Aspirar al entendimiento intelectual y no al presentimiento visceral de los sucesos y las situaciones.
- Funcionar acorde con su empresa -quiere decirse con la línea editorial- ya que un diario ha de ser una unidad de conducta y de expresión y no una suma de parcialidades.
- Resistir toda suerte de presiones: morales, sociales, religiosas, políticas, familiares, económicas, sindicales, etc., incluidas las de la propia empresa.
- Recordar en todo momento que el periodista no es el eje de nada sino el eco de todo.
- Huir de la voz propia y escribir siempre con la máxima sencillez y corrección posibles y un total respeto a la lengua.
- Conservar el más firme y honesto orgullo profesional a todo trance y, manteniendo siempre los debidos respetos, no inclinarse ante nadie.
- No ensayar la delación, ni dar pábulo a la murmuración ni ejercitar jamás la adulación: al delator se le paga con desprecio y con la calderilla del fondo de reptiles; al murmurador se le acaba cayendo la lengua, y al adulador se le premia con una cicatera y despectiva palmadita en la espalda.
El decálogo de Reynaldo Sietecase
Este decálogo de ética periodística escrito por el periodista y novelista argentino Reynaldo Sietecase fue escrito a propósito de la celebración del Día del Periodista en Argentina, que se conmemora cada 7 de junio.
El decálogo está tremendamente bien escrito, pues Reynaldo es un autor consagrado, con ocho obras publicadas entre ellas las novelas Un crimen argentino (Alfaguara, 2002); A cuántos hay que matar (Alfaguara, 2010) y más recientemente, No pidas nada (Alfaguara, 2017).
- Para un periodista lo más importante es la verdad. Contamos lo que vemos y sabemos, lo que podemos demostrar.
- Nadie nos puede obligar a hacer mal nuestro trabajo. Nadie nos puede obligar a mentir.
- Los periodistas tenemos derecho a decir que «no» sí nos plantean tareas que se alejen de la verdad de los hechos. No nos pagan para participar de operaciones de prensa ni para inventar.
- Vendemos nuestra fuerza de trabajo, no nuestra opinión. Trabajar en un medio público no cambia la esencia de nuestra tarea.
- No somos fiscales de la Patria, ni héroes civiles, ni vedettes. Somos personas comunes obligadas moralmente a contar lo que pasa, desde nuestra subjetividad y de la manera más precisa y completa posible.
- Contar lo que el poder (político o económico) no quiere que se conozca es la mejor definición de periodismo en su variante de investigación.
- No se deben alterar los contenidos periodísticos por la pauta publicitaria. Sea privada u oficial. Lo ideal es que los periodistas no estén relacionados a la venta de publicidad.
- Nunca el periodista puede estar delante de la información. Esos periodistas podrían escribir Yo y Platero pero no una buena crónica.
- El periodismo no es un camino hacia la fama y la popularidad. El periodismo es una herramienta destinada a iluminar la realidad. El periodista es quien enfoca. Si prefiere estar bajo el haz de luz algo está funcionando mal.
- El principal dilema del periodismo actual sigue siendo ético. Escribamos en un iPad o en una libreta, emitamos por la web o desde un teléfono inteligente, el tema es qué contamos y cómo lo hacemos.
Decálogo de ética periodística de los periodistas de las regiones colombianas
Este decálogo fue elaborado por los estudiantes que participaron en el marco del curso Ondas de Paz, realizado por Consejo de Redacción y RTVC, el sistema de medios públicos de Colombia. El módulo sobre ética periodística fue dictado por Hernán Restrepo, gestor de contenidos de la Red Ética de la Fundación Gabo.
- El buen periodista de las regiones colombianas sabe que su primer compromiso es con la verdad.
- Es ante todo una buena persona.
- Diferencia con claridad la información de la opinión.
- Es un ser humano que manifiesta sus emociones y solidaridad ante situaciones difíciles, pero no se deja llevar por esas emociones al momento de informar.
- Debe conocer muy bien los territorios, la cultura e idiosincrasia de su comunidad.
- Más que objetividad, lo que se espera del buen periodista de las regiones colombianas es la honestidad (sinceridad) para con su audiencia.
- Debe ser respetuoso en todo aspecto, sobre todo con la audiencia.
- No se queda satisfecho con la versión oficial de los hechos, sino que incluye todos los puntos de vista (voces) posibles, en especial las de la comunidad.
- Es un veedor del respeto a los Derechos Humanos en su comunidad y está dispuesto a denunciar cualquier violación a ellos.
- Ha de procurar por aportar a la construcción de paz y el tejido social, a través de la información que publica, a pesar de las estigmatizaciones que esto pueda traer hacia él.
Decálogo del periodismo de investigación de Miguel Ángel Bastenier
Miguel Ángel Bastenier, periodista español y maestro de la Fundación Gabo por décadas y además asiduo participante de los tuitdebates de nuestra Red Ética, sorprendió a sus seguidores en Twitter el 20 de diciembre de 2013, al publicar su propio Decálogo del Periodismo de Investigación.
- Especialización. No se investiga el universo.
- Todo se investiga. No aceptar apariencias.
- Fuentes propias. Pero sin amistad innecesaria.
- Todo se guarda hasta un día en que resulta que hace falta.
- 20 años para graduarse, 5 de meritoriaje.
- Información Pública Pasiva: registro, catastro, padrón.
- Investigar sale caro.
- Corroborar normalmente con la policía, pero que nunca te regalen una noticia.
- Patear sin descanso la ciudad (o el mundo).
- La información se obtiene, no se compra. Eso no sería periodismo.
Los 10 mandamientos de Bertrand Russell
El filósofo británico Bertrand Russell, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1950, formuló un año después de recibir el galardón su Decálogo Liberal, que fue inicialmente publicado en el New York Times, como parte del artículo “La mejor respuesta al fanatismo”.
Aunque los mandamientos de Russell, fueron pensados para guiar a profesores universitarios, también son aplicables a la profesión del periodista.
- No te sientas completamente seguro de nada.
- No creas que vale la pena ocultar la prueba, pues es seguro que ésta saldrá a la luz.
- No te desaliente nunca pensar que no vas a tener éxito.
- Cuando encuentres oposición, aún cuando sea de tu esposa o de tus hijos, esfuérzate por vencerla con argumentos y no por la autoridad, pues la victoria basada en la autoridad es ficticia e ilusoria.
- No tengas respeto a la autoridad de otros, pues siempre se encuentran autoridades que opinan lo contrario.
- No utilices el poder para reprimir opiniones que creas perniciosas, pues si lo haces, las opiniones te reprimirán a ti.
- No temas parecer excéntrico al opinar, pues todas las opiniones ahora admitidas fueron antes excéntricas.
- Mira con más agrado la discrepancia inteligente que el asentimiento pasivo, pues si valoras como es debido la inteligencia, lo primero supone un asentimiento más profundo que lo segundo.
- Sé escrupulosamente veraz, aún cuando la verdad sea inconveniente, pues será aún más inconveniente si tratas de ocultarla.
- No sientas envidia por la felicidad de otros que viven en un paraíso de necios, pues sólo un necio puede creer que eso es la felicidad.
Decálogo para una cobertura deportiva responsable
El profesor Xavier Ramon, profesor e investigador del Departamento de Comunicación de la Universitat Pompeu Fabra, cuya tesis doctoral analizó el cubrimiento de la prensa americana y española durante los Juegos Olímpicos Río 2016, ha elaborado un decálogo para una cobertura deportiva responsable, el cual hace parte de su tesis doctoral y con seguridad será de gran utilidad para periodistas y académicos interesados en mejorar la calidad de la prensa deportiva.
- Sea preciso, riguroso y evite la especulación y el rumor
- Emplee un amplio abanico de fuentes autorizadas y representativas para construir la cobertura
- Trabaje duro para dar visibilidad a los deportes infrarrepresentados
- Vaya más allá del terreno de juego para informar sobre los contextos relevantes del deporte
- Respete la correcta separación entre géneros periodísticos, en especial la opinión de la información
- No siga el camino del sensacionalismo y la trivialización
- Amplíe los horizontes: tenga la diversidad y la igualdad en mente
- Difunda el mensaje de la no discriminación
- No sea complaciente y evite utilizar lenguaje estereotipado, manteniéndose alejado de los comentarios sexistas y otros clichés encubiertos
- El deporte no es un substituto de la guerra; evite el lenguaje que fomenta la confrontación
Los 10 mandamientos del periodista que cubre ataques terroristas
Hacen parte del Breaking News Consumer’s Handbook Terrorism Edition (Guía de bolsillo para consumidores de noticias de última hora – Edición sobre terrorismo), creado por el programa On The Media, producido por la radio pública de Nueva York.
- Recuerde, en el período inmediatamente posterior a los ataques, casi todo el mundo va a hacerlo mal. Los ataques terroristas están diseñados para sembrar el caos y la confusión.
- Como siempre, las fuentes no anónimas, locales y verificadas ofrecen una mejor información. La mayoría de medios informativos estarán operando con información de segunda y tercera mano.
- En medio de todas las declaraciones contradictorias, enfóquese en la información más consistente.
- Cuanto más emocional sea el comentario, menos fiable será la información. El pensamiento racional es esencial en estos momentos, así como recordar las lecciones de historia.
- Realmente no le preste atención a los políticos. Los incidentes como estos son muy adecuados para la manipulación política, y los políticos de todas las tendencias se verán tentados a usar los ataques para impulsar su propia agenda.
- De hecho, examine las credenciales de todos los supuestos “expertos.” El hecho de que alguien haya trabajado en el gobierno no le convierte en un experto en terrorismo. Incluso haber trabajado en la CIA no es garantía de experiencia.
- Tenga en cuenta el idioma que utiliza los medios de comunicación. Evite términos como:
“Cerebro de los ataques”… dota a los terroristas con más poder del que tienen.
“Sofisticado”… sobreestima al caos cruelmente planeado.
“Sin precedentes” … hay poco de “nuevo” en los métodos terroristas.
8. Inevitablemente, poblaciones enteras y religiones serán usados como chivos expiatorios. No le siga el juego a esto.
9. Reflexione antes de retuitear. Las veces en que un contenido se comparte a veces es opuesto a su exactitud. Los usuarios de las redes sociales, incluso los bien intencionados podrían terminar haciendo las cosas mal.
10. Sea paciente. No importa qué suceda, las historias en desarrollo tomarán tiempo en aclararse y los errores se presentarán.
Decálogo para la cobertura ética de unas elecciones
Jorge Tirzo, quien fue editor de la Revista Mexicana de Comunicación y bloguero en la revista Gatopardo, escribió para la Red Ética este decálogo a propósito de las elecciones federales en México llevadas a cabo en 2018. “Para todos los interesados en hacer buen periodismo electoral, está dedicado el siguiente decálogo para considerar al momento de planear la cobertura informativa de las próximas elecciones”, afirma Tirzo.
- Recordar que el periodismo es un servicio público
Aunque muchos empresarios no lo vean así, la labor informativa tiene un componente central de servicio público. En una elección, el periodismo debe ayudar a tomar decisiones: por quién votar, cómo, cuándo, por qué.
- Hacer una cobertura justa y equitativa
Hay que procurar dar cobertura también a sus posturas y propuestas, no solamente a los grandes partidos tradicionales. Esto involucra a partidos y candidatos, pero también autoridades electorales, ciudadanos, candidatos independientes, académicos, etc.
- Evitar coberturas monofuente y verificar la información
Si el periodismo nunca debe fiarse de una sola fuente, en una elección mucho menos. Todos los políticos darán sus propios datos, dirán que son la mejor opción y dirán que sus adversarios son lo peor.
- Ser más críticos con los sondeos y encuestas de opinión
La cobertura no puede limitarse a reportar las más recientes encuestas. El periodista debe ocuparse de explicarle a su audiencia en qué consistieron las encuestas, sus metodologías, sus limitaciones.
- No seguirle el juego a los trolls y bots
El periodista debe entrenarse para diferenciar ese tipo de cuentas de las reales. Los editores deben evitar caer en su juego y no elaborar notas donde se cuente que “el candidato fue trending topic por muchas horas” o “usuarios de las redes insultaron al candidato en la red”.
- Contar la historia de la gente, no solo de los políticos
Las elecciones no son solamente de los candidatos, sino también de los millones de votantes. ¿Qué le piden los votantes a los candidatos? ¿Qué tan factibles son las promesas de campaña en las comunidades reales? El periodismo debe indagar también en esta información y no relegarla a un segundo plano.
- Evitar la declaracionitis e investigar los hechos
Los políticos hablan y declaran cosas que no necesariamente corresponden con la realidad: cifras infladas, acusaciones falsas, promesas imposibles de cumplir, etc. Lo peor que puede hacer el periodismo es basar su cobertura en lo que dijeron ese día los candidatos o los jefes de campaña.
- Enfocar la atención en asuntos trascendentales y denunciar distractores
Habrá decenas de informaciones sucediéndose al mismo tiempo. El periodista debe identificar los temas centrales y hacer énfasis en ellos.
- Tener cuidado con la información falsa difundida a propósito. Considerando que tanta gente se informa a través de redes sociales, es cada vez más fácil difundir información falsa que mucha gente crea real. Los periodistas deben estar entrenados para identificar esas falsedades. Y no solo eso, también tienen el deber de alertar a la población de dichas notas falsas.
- Hacer periodismo de verdad, no propaganda
Por último, lo más importante. Recordar las diferencias entre periodismo y propaganda. El periodismo investiga, contrasta, muestra, informa. La propaganda es una visión parcial, pragmática, persuasiva. El periodismo es un servicio público mientras la propaganda sirve a intereses privados.