De nada vale la historia, si no se adopta como referencia para actuar

De nada vale la historia, si no se adopta como referencia para actuar

De nada vale la historia, si no se adopta como referencia para actuar

 

Porque: Dicen que los secretos y las

Mentiras, tienen las piernas cortas.

 

No hay bien alguno que nos

Deleite, si no los compartimos.

Séneca.-

Trujillo fue uno; Balaguer fue otro, Peña por igual, porque con los tres, los herederos políticos se han beneficiado de sus nombres para engatusar al pueblo. El mismo pueblo que no desea comprender que la democracia es un verbo y por tal razón, requiere de acción; que no puede haber democracia si el pueblo permanece estático, callado, sumiso ante las “indelicadezas”, sólo en espera de una dádiva, de una acción “Solidaria”, que no es más que un vil engaño. Quizás por esa razón, cada día, pienso que estamos más que peor, muy a pesar de las bocinas que nos quieren hacer creer lo contrario. Algo así como los Indios originarios de este pedazo de tierra, en posición supina, como la Z, en espera de que el amo le permita utilizar su hembra, con excepción quizás de Enriquillo.

Y vaya usted a ver que terrible paradoja serían los consejos de un iluso a un ciego,sordo, mudo, más terco que una mula y por demás, insensible a la realidad. Y usted no se extrañe, ya que todos los indicios nos dan a entender que la autoridad en general, solo es de nombre, algo ficticio, representado por “cosas” visibles, pero de acción al estilo de los Dioses del Olimpo… ¡Nulas!

Creemos sin lugar a dudas, que el caos se viste de infinitas maneras, que aún y produzcan muertes y desastres de lesa humanidad, nunca aparece el responsable o culpable de las desgracias, y eso se llama irresponsabilidad y cobardía.

Esta desgracia comenzó, cuando los “especialistas” se empeñaron en convertir lo ilegal o abusivo en legal y justo; de convertir privilegios en derechos adquiridos, verbigracia, el caos del transporte y los “pobres” padres de familia; o como el proyecto de ley de los abogados; las disposiciones de la más “Suprema”, que tiene el tupé de arrogarse derechos, sin hacer alusión que por las mismas causas que hoy defienden, fueron abolidos los Consejos de Guerra en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional pero, como “ellos” son abogados, tanto los que proponen como la gran mayoría que aprueba, entonces, para sus agrupaciones todo es legal y legítimo, aún y legislen para su propio beneficio, creando monopolios de impunidades e inmunidades y otros privilegios, en contra del “pedazo de papel”, el cual asegura que ante la ley todos somos iguales…. ¡Mentiras! Porque todo lo que hacen, podrá ser “legal” pero, ni moral y mucho menos ético.

Se me erizan los pelos al pensar –como es bien sabido-, de que el hombre es la suma de sus recuerdos pero, si ya no los tiene, entonces qué es. Me parece sólo una masa amorfa, sin sentimientos y mucho menos conocimiento del cómo debe ser su comportamiento y reacción ante las situaciones que se les presentan. ¿Será esto lo que le ha ocurrido o está pasando a este pueblo? Que no tiene recuerdos; que repite y permite las mismas cosas, los mismos abusos, las mismas falsedades y burlas de la mayoría de los políticos. Me parece que de continuar por este camino, nuestro epítome será tragedia, dolores y sangre.

Y considero esto, porque si la historia es solo para leerla o elaborar discursos, y los errores y atinos del pasado no se toman como referencia para actuar en el presente, entonces, la misma, no tiene ningún sentido. Aunque conozco muy bien, que la naturaleza, -tal y como se ha escrito-, aborrece del vacío y nosotros como pueblo estamos en medio de un inmenso vacío, en medio de la Nada institucional, y lo quieran o no, los que se han adueñado de este país, ese vacío se debe llenar cuando sea pero, se llenará.

Sí, se llenará aun y no conozca el cómo pero, siel porqué. Y es que no podemos continuar con dirigentes embriagados de poder en medio de una locura de hacer lo mismo una y otra vez, en espera de obtener resultados diferentes. En tanto, sólo nos queda vivir como si no hubiese mañana, para no morirnos hoy, a lo Carpe Diem. ¡Sí señor!



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