- Publicidad -

- Publicidad -

De Freud al colmadón: ¿Por qué el béisbol despierta emociones tan profundas?

En el Gran Santo Domingo, la conversación gira en torno a un único tema: el béisbol.

En cada esquina, colmadón o grupo de personas, la pasión por este deporte es palpable. La Serie Final de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) enfrenta a los dos equipos de la capital, los Tigres del Licey y los Leones del Escogido, generando una atmósfera de intensa rivalidad.

- Publicidad -

A pesar de no haber clasificado a la final, los fanáticos de otros equipos no se mantienen al margen, ya sea apoyando o criticando a los contendientes, lo que demuestra el profundo arraigo del béisbol en la cultura dominicana.

Fanáticos
Fanáticos

¿Pero ya sabes por qué el deporte, como el béisbol, apasiona tanto a las personas?

El deporte ha sido una de las formas más universales de entretenimiento y pasión a lo largo de la historia.

Actividades como el béisbol no solo reúnen a millones de fanáticos en estadios y frente a pantallas, sino que despiertan emociones profundas que pueden ir desde la euforia hasta la frustración.

Jugadores
Jugadores

Pero, ¿qué hay detrás de esta fascinación colectiva por los deportes? Psicólogos, expertos en comunicación y teóricos como Sigmund Freud han explorado esta pregunta desde diversas perspectivas.

Una conexión con la identidad y el sentido de pertenencia

Los psicólogos apuntan que el deporte satisface una necesidad humana fundamental: la pertenencia a un grupo.

Según la teoría de la identidad social propuesta por Henri Tajfel, las personas tienden a identificarse con un colectivo (en este caso, un equipo deportivo) para reforzar su autoestima.

Ser parte de una afición deportiva, por ejemplo, ser fanático de los Yankees o los Dodgers en el béisbol, crea un sentido de comunidad que trasciende las barreras sociales, culturales y económicas.

La emoción como motor clave

Los deportes activan emociones intensas. Según expertos en comunicación, las narrativas deportivas son particularmente efectivas para captar la atención porque cuentan con elementos universales: héroes, villanos, drama, triunfos y derrotas.

El béisbol, con su ritmo pausado pero lleno de tensión, genera momentos de expectativa que culminan en instantes decisivos, como un jonrón o un out en la última entrada.

Estos momentos, según investigaciones en neurociencia, activan la liberación de dopamina en el cerebro, la misma sustancia asociada con el placer y la recompensa.

Freud y el deporte como «sublimación»

Desde la perspectiva de Sigmund Freud, el deporte puede ser entendido como una forma de sublimación, un concepto que él definió como el proceso mediante el cual los impulsos inconscientes, como la agresión o el deseo, se canalizan hacia actividades socialmente aceptadas.

Sigmund Freud
Sigmund Freud

En el béisbol, por ejemplo, la competencia feroz entre equipos y el enfrentamiento entre lanzador y bateador ofrecen un espacio simbólico para que los aficionados experimenten estas emociones de manera segura y controlada.

El poder del ritual

Los expertos también destacan el carácter ritualístico de los deportes. Los días de partido, las camisetas, los himnos y las rutinas preestablecidas refuerzan el sentido de propósito y estructura en la vida de las personas.

Ruddy Rosario se considera el fanático número uno del equipo de las Águilas Cibaeñas. Foto: Ana Mármol/El Día.

Al igual que los rituales religiosos, estas prácticas proporcionan una sensación de estabilidad y significado, especialmente en tiempos de incertidumbre.

Un medio para contar historias

Los deportes, y particularmente el béisbol, son una fuente inagotable de historias.

Desde las hazañas legendarias de jugadores como Babe Ruth hasta los momentos inolvidables en las Series Mundiales, estas narrativas inspiran, motivan y conectan a generaciones.

Babe Ruth
Babe Ruth

Los expertos en comunicación señalan que las historias deportivas son un reflejo de nuestras aspiraciones colectivas: superar obstáculos, luchar por la victoria y encontrar belleza en lo inesperado.

Un refugio emocional y social

El deporte, como el béisbol, es más que un juego. Es una experiencia profundamente humana que combina emoción, identidad y significado.

Desde el análisis psicológico hasta las perspectivas sociológicas, los expertos coinciden en que esta pasión colectiva no es casualidad, sino un reflejo de las necesidades más fundamentales de los seres humanos.

Etiquetas

Katherine Espino

Periodista digital. Community Manager. Locutora.

Artículos Relacionados

- Publicidad -

Más leídas

- Publicidad -