De debilidades

De debilidades

De debilidades

Ana Blanco

Debilidades. Ya nada más escribir la palabra me llega una connotación negativa, algo que tengo que superar y mejorar.

Pero el tiempo, la experiencia y los baches de la vida me han enseñado lo contrario. En el mismo instante en el que eres capaz de abrazar tus debilidades, comienzas a entenderlas, a aceptarlas y a ser capaz de discernir cuáles son las que hacen que tu vida sea mejor, y cuáles logran lo contrario.

Todo va cobrando más sentido.
Ahí comienza el verdadero camino para ser mejor. Siempre escucharás debilidad como algo negativo. Pero la verdad que en esta sociedad en la que nos está tocando vivir, se valoran las fortalezas de manera muy dispar.

Y en este contexto es muy difícil aislarse y poder de manera consciente analizar qué es bueno o malo realmente. Por eso, dejar esos conceptos sociales ahí parados, y poder ver las cosas desde la perspectiva más personal te abre una puerta maravillosa de autoconocimiento.

Un ejemplo. Las personas que anteponen el bienestar propio al de los demás, son débiles hoy en día. Cuando no hay mayor satisfacción (personal) que ayudar a que las personas que quieres sean felices, aunque, en el camino, haya que dejar algunas cosas propias. Es una decisión, no una debilidad.

Por esto, todo aquello que tradicionalmente hayas considerado como una debilidad, dale una releída y descubre cuáles están ahí para quedarse simple y llanamente porque te da la gana, y cuáles realmente son un lastre que te afectan en tu vida y quisieras mejorar.

Verás que la lista se acorta y entonces es mucho más fácil ir una por una trabajándolas y mejorando, mientras aquellas que has aceptado como parte de ti pasan a ser una fortaleza aunque de puertas para fuera haya quién te lo niegue.



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