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Santo Domingo.-Con seis décadas dedicado a cantar, conquistando los corazones de varias generaciones, Danny Rivera sigue siendo un artista que embriaga al público con la hermosura de su voz y su gran calidad interpretativa.
La Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional resultó pequeña para albergar tantas emociones entre sus seguidores que no se cansaron de aplaudir.
A casa llena, el concierto arrancó a las 8:45 de la noche, con la instrumentación de varios de sus temas por la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo.
