Danilo Medina, líder del Partido Liberación Dominicana.
Santo Domingo.-La detención el miércoles de la semana pasada de tres generales activos que prestaron servicios en el entorno de Danilo Medina ha sacado de nuevo a flote una pregunta que se hacían algunos en los círculos de opinión a propósito de la detención de su jefe de seguridad en los días finales de abril pasado: ¿será detenido el expresidente?
Operación Coral, nombre con el que la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa identificó el proceso iniciado el 27 de abril pasado al general Adán Cáceres Silvestre, jefe de seguridad de Medina, tiene ahora una segunda parte, denominada Coral 5G.
Al amanecer del jueves la Procuraduría informó que había hecho 49 allanamientos en Santiago, La Vega y la Capital, operaciones en las que había arrestado a tres oficiales generales, cuatro coroneles, un cabo y dos civiles.
Justicia penal
Se trata de un caso penal sobre el que todavía no pesa la resolución de un juez de la instrucción acerca de las pruebas aportadas por el Ministerio Público.
Y de acuerdo con los abogados, la responsabilidad penal es individual inclusive en los casos de infracciones colectivas, en las que cada persona debe responder por la parte que le toca según el grado de participación demostrada.
Hasta ahora el único vínculo del expresidente Medina con el caso Coral, como con los otros cinco que se encuentran en el oscuro espacio que media entre la presentación de la imputación por parte del Ministerio Público y el juicio sobre los méritos de las pruebas, es que fueron familiares suyos o colaboradores de su gobierno. Todavía al expresidente no se le ha señalado como cómplice ni tiene nadie constancia de que haya sido sido invitado a un interrogatorio en la Procuraduría General.
El vínculo conocido de Medina con los imputados no es suficiente para dar una orden de arresto y conducirlo ante un juez. De todos modos, puede suceder y es probable que a estas alturas el expresidente esté mental y políticamente preparado para el caso.
Un deber
Acondicionarse mentalmente le permitiría comportarse con aplomo, un hecho que le haría mucho bien a su figura. Prepararse políticamente implicaría acondicionar al Partido de la Liberación Dominicana, del que es presidente, acerca de la línea a seguir.
En este punto también le convendría la moderación a fin de que las instituciones desempeñen su rol sin la amenaza de la anarquía de parte de uno de los principales líderes políticos.
Son caña
De acuerdo con una leyenda a la dominicana, entre los líderes de los partidos Liberación Dominicana, Revolucionario Moderno y Fuerza del Pueblo existe una doble entente.
En una manga entran el presidente Luis Abinader y Leonel Fernández, de los que se dice que tienen un entendimiento tácito; en la otra, Medina e Hipólito Mejía, de los que se dice años que “son caña”.
Una vía al alcance de Medina para alcanzar una mediación política con el presidente sería, a partir de esta leyenda, el Guapo de Gurabo. Esta ruta tiene en contra que Abinader ha declarado que no interviene ni obstaculiza el trabajo del Ministerio Público, origen de los expedientes.
Coral 5G
—1— Ante el juez
Los imputados de la Operación 5G fueron conducidos ayer ante el juez de Atención Permanente.
—2— Lo pospone
El conocimiento de las coerciones fue pospuesto para el jueves.
—3— Evidencias
El Ministerio Público depositó más de 15 mil páginas de evidencias de las imputaciones.
Le gusta el mar al que investiga la corrupción
Marinero. La primera fue Operación Antipulpo, noviembre de 2020, con Juan Alexis Medina Sánchez a la cabeza, hermano de Danilo Medina; le siguió Operación Caracol, en febrero pasado, alrededor de la Cámara de Cuentas; a finales de abril fue aireada la Operación Coral, con su eje en el jefe de seguridad de Medina, general Adán Cáceres; a principio de julio surgió la Operación Medusa, con el exprocurador Jean Alain Rodríguez en el centro.
Ahora, Coral 5G.
