Danilo Medina vive los efectos de una secuencia que empezó hace unos 18 meses dentro del PLD

Danilo Medina vive los efectos de una secuencia que empezó hace unos 18 meses dentro del PLD

Danilo Medina vive los efectos de una secuencia que empezó hace unos 18 meses dentro del PLD

Danilo Medina ha sido afectado desde el surgimiento del primer expediente en los días finales de noviembre pasado.

Santo Domingo.- Para mañana, a las 10:00 a. m. encartados, abogados defensores, ministerios públicos y personal de justicia están citados a comparecer a una audiencia en la que se empieza a conocer la solicitud de coerción contra el exprocurador Jean Alain Rodríguez y compartes.

El pasado viernes hubo un intento, pero la audiencia fue pospuesta ante la solicitud de los abogados defensores, que no habían tenido tiempo de estudiar un documento de 294 páginas, preparar presupuestos de arraigo creíbles y elaborar una estrategia de defensa apropiada y, de ser posible, coordinada. Sólo habían pasado 37 horas desde que la magistrada Mirna Ortiz, de litigación de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa, había depositado el auto de imputación.

junto al doctor Rodríguez, tienen también que defenderse de los cargos de asociación de malhechores, estafa contra el Estado, soborno, coalición de funcionarios, falsedad de documentos públicos, robo de identidad, delitos electrónicos y lavado de activos, Rafael Stefano Canó, Jonathan Joel Rodríguez, Miguel José de Moya, Rafael Antonio Mercedes Marte, Alfredo Alexander Solano Augusto, Javier Alejandro Forteza, Jenny Marte Peña y Altagracia Guillén Calzado.

Según el Ministerio Público, defraudaron al Estado por una suma superior a los 6 mil millones de pesos.

A los tribunales

El primero de los procesos legales encaminados por el Ministerio Público que encabeza la Procuraduría General de la República, bajo la responsabilidad de la magistrada Miriam Germán Brito, llegó a los tribunales pasadas las 11:00 de la noche del día 30 de noviembre pasado.

Puestos en funciones el 16 de agosto del 2020, a Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho y sus colaboradores les tomó unos tres meses y medios tener listo el primier auto, denominado Operación Antipulpo, con un notable componente del entorno familiar del expresidente Danilo Medina.

A la cabeza del entonces denominado “entramado de corrupción”, está Juan Alexis Medina Sánchez y como encarte, aunque sin el carácter protagónico atribuido al primero, Carmen Magalys Medina Sánchez. Completan el cartel, Julián Esteban Suriel Suazo, José Dolores Santana Carmona, Domingo Antonio Santiago Muñoz, Francisco Pagán, Aquiles Alejandro Christopher Sánchez, Freddy Hidalgo, Fernando Rosa y Rafael Antonio Germosén Andújar.

La Operación Caracol, montada alrededor de la Cámara de Cuentas y denominada así bajo el entendido de que una de las fuentes de alimentación del pulpo es el caracol, se llevó unas 11 horas del día 23 de febrero pasado. Buscaba evidencias de complicidad.

En palabras del magistrado Camacho al final de la operación, allí encontraron de todo, pero todavía no ha sido encaminado un auto de imputación contra ninguno de los que integraban ese órgano constitucional para la ocasión.

Habían pasado poco más de dos meses y medio desde el ingreso del primer expediente a los tribunales cuando se realizó aquel allamiento, considerado en el ámbito jurídico un hecho sin precedentes.

Otro expediente

ue casi cinco meses después, el 26 de abril pasado, bajo la denominación Operación Coral, que fue depositado ante el juzgado de la instrucción del Distrito Nacional el documento con los cargos contra el mayor general Adán Cáceres Silvestre y compartes, un alto oficial tan cercano al expresidente Medina que era, nada más y nada menos, que el responsable de su seguridad desde los días de la segunda administración de Leonel Fernández, cuando salió del gobierno para disputarle la candidatura presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana.

Junto a Cáceres Silvestre están imputados Rafael Núñez de Aza, teniente coronel de la Policía; Tanner Antonio Flete Guzmán, cabo de la Policía; Rossy Guzmán Sánchez, madre de Flete Guzmán y pastora, y el sargento Alejandro José Montero Cruz. Todos enviados a Najayo con una coerción de 18 meses.

El más reciente, el denominado Operación Medusa, fue llevado al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva a las 9:30 de la noche del 30 de junio pasado.

Maldición del poder

Ariadna, según el mito griego, le dio un ovillo a Teseo para que pudiera salir del laberinto luego de matar al minotauro. La fina cuerda que usó Teseo para salir igual puede servir para entrar sobre la base de los elementos comunes.

¿Y qué tienen en común estos tres autos de imputación llegados a los tribunales entre noviembre junio? Los tres le caen en los pies al expresidente Medina, que no ha tenido descanso desde octubre de 2019, cuando lanzó a su ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, contra las aspiraciones de Fernández de ser candidato presidencial por el PLD.

El último de la serie judicial ha sido Operación Medusa, el 30 de junio; le antecedió Operación Coral, el 26 de abril; antes se había producido Operación caracol, el 23 de febrero, en la Cámara de Cuentas; el 30 de noviembre llegó a un tribunal Operación Anti Pulpo.

Antes de esta serie judicial, de un fuerte impacto personal, le había tocado una serie política de efectos fatales. El 16 de agosto entregaba el poder a un contendiente al que había derrotado en 2016, cuando se presentó a la reelección. El 5 de julio su candidato había sucumbido en las elecciones presidenciales, el período de la transición fue de 42 días, inusualmente corto; su partido también perdió las mayorías en el Congreso Nacional. Antes había tenido que cerrar el país por la pandemia.

Unos dos meses y medio antes, el 15 de marzo, había sido derrotado en los gobiernos locales, el 15 de febrero habían sido suspendidas las elecciones municipales por una falla electrónica que inmediatamente fue conectada por la opinión pública con el algoritmo denunciado por Fernández, que se envolvió en un proceso de agudizamiento de rencores políticos que terminó en una ruptura definitiva.

La procuradora se pone al margen del proceso

Previsora. La procuradora Miriam Germán Brito lo veía venir. Ella no podía estar al margen de una investigación que se había iniciado algunos meses antes, pero hizo puntualizaciones interesantes en una nota con ocasión del percance por el que pasó el exprocurador Jean Alain Rodríguez cuando se proponía viajar a la Florida el día 24 de junio pasado.

Adelantó que se inhibiría, y lo hizo. Dejó entrever que se avecinaba un proceso ante los tribunales, y llegó. También dejó ver la presencia de personal de alto nivel en la Procuraduría cuando se trataba el impedimento de viajar fuera del país con el que se tropezó el exprocurador en el AILA, pero ese punto es, todavía, un misterio.



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