Por: Héctor Gerardo
Por los caminos que va el Partido de Liberación Dominicana, creo que muy pronto lo veremos andar de la mano con su hermano mayor (el Partido Revolucionario Dominicano), y no precisamente porque vayan a aliarse o a fundirse, sino porque el primero va por el mismo derrotero del segundo en termino de la reducción significativa de su matrícula.
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Que me perdonen algunos amigos que tengo y que quedan en la otrora y poderosa maquinaria electoral que fue el PLD y que aun permanecen en esa organización.
Como dije en un artículo anterior, y como lo advertí a raíz de la salida forzada del expresidente de ese partido y de la República, Leonel Fernández, creo que Danilo se está llevando al PLD entre las patas y lo arrastrará al “derricadero”.
Digo esto a raíz de las constantes renuncias de prominentes dirigentes del Comité político, del Comité Central, medio y de base y a la soberbia mostradas por algunos de los que se quedan, quienes enfilan cañones de inmediato contra sus excompañeros de jornada política llevándolo al descredito y a acusarlos de venderse “por un carguito” tal y como apuntó el propio Danilo en un discurso ante miles de sus correligionarios cuando dijo: “¿Usted cree que se han ido mil? Nosotros somos un partido que tiene más de un millón de militantes, eso no se siente. Lo que pasa es que a los partidos cuando están en el poder llega mucha gente buena, pero también llegan muchos oportunistas, que llegan buscando un salario y el primero que se lo da, con ese se van.
Ante esa actitud, quienes creen que cometieron un “error al abandonar las filas del PLD y pretenden volver, por dignidad y vergüenza no se atreven, prefiriendo no militar en otra organización y otros que se encaminan hacia donde están miles de sus excompañeros, en el que algunos enemigos llaman "el otro PLD", que es la Fuerza del Pueblo y donde son recibidos con los brazos abiertos.
Es por eso que digo, que Danilo ha perfumando al PLD con agüita de muerto y ese olor a “cadáver político” es el que lo enrumba por el mismo sendero de su hermano mayor, el PRD; y que el desangramiento va a continuar y que ese río seguirá su cauce hasta llegar a la gran presa en que (según algunos dirigentes de la organización verde y cayena roja) se está convirtiendo la FP, porque sienten esos “compañeros” que allí se le tratará con mayor dignidad y porque es la organización política de la oposición que “huele a poder”.
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