Tokio, Japón .- El fabricante nipón de vehículos Daihatsu Motor, subsidiario de Toyota, anunció ayer que mantendrá paralizada su producción doméstica hasta al menos finales de enero, tras detectarse irregularidades en los datos de seguridad o emisiones de muchos de sus modelos.
La suspensión de la producción y de todas las ventas del fabricante tanto dentro como fuera de Japón fue notificada el pasado día 20, cuando la compañía hizo públicos los resultados de una investigación externa sobre dichas anomalías.
Las irregularidades afectan a 64 modelos de Daihatsu y tres motores para vehículos, entre ellos 22 modelos y un motor vendidos bajo la marca Toyota. Por el momento se desconoce cuándo podrá reanudar su producción.