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Curiosidades

Rafael Chaljub Mejìa
📷 Rafael Chaljub Mejìa

Según el profesor Juan Bosch, el alambre de púas fue introducido en el país por cubanos que vinieron a raíz de la guerra de independencia de Cuba.

Se dice que también trajeron el piñón que tan útil ha resultado para las cercas de nuestros campos. Piñón cubano se le sigue llamando.

El primer arado que llegó a Santiago fue importado en 1898 por el señor Juan Antonio de Lora, ministro bajo el gobierno de Ulises Heureaux. Los campesinos, en un principio lo desecharon y siguieron aferrados al sistema rutinario y tradicional de labranza con la azada y el machete, hasta que el arado se abrió paso.

Ahora tenemos “un país sin peatones” porque aquí todo el vivo tiene un vehículo, hay tantos que ya no caben en nuestras calles, pero debe saberse que las primeras carretas aparecieron en Santiago en 1881, el primer coche tirado por caballos en 1890 y que en 1897 el vehículo por excelencia para el transporte de pasajeros en la capital era un tranvía que hacía una ruta de tres kilómetros tirado por animales.

Una calle de Puerto Plata tiene por nombre Margarita Mears, esposa que fue de un pastor protestante residente en esa ciudad, por haber sido ella la primera enfermera profesional del país.

Por allá por los finales del siglo diecinueve, hubo movimientos, en distintas regiones, promovidos por comerciantes de la ciudad, que pedían prohibir la instalación de comercios en los campos. El 9 de junio de 1896, diecisiete comerciantes de San Pedro de Macorís pegaban el grito al cielo.

“No hay agricultor que no sea comerciante”; y su preocupación mayor era “una invasión de árabes en pueblo y campo, de puerta en puerta, que nos han ido arrollando hasta convertirse nuestro comercio en un cementerio desolado…, es imposible luchar con ellos”, decían los denunciantes, que, sin quererlo, hacían así un reconocimiento a las habilidades de los árabes.

La historia demostraría después el talento de esos árabes, cuyos descendientes han llegado tan lejos como para ocupar lugares destacados en el comercio y otras áreas de la sociedad, al punto de que más de uno de ellos ha llegado a la presidencia de la República, como en los casos conocidos de Jacobo Majluta y el actual presidente Luis Abinader.

Y entre los problemas que ocupaban la atención de los dirigentes de esos tiempos, no podía faltar el problema eterno de la inmigración haitiana. Pero como el espacio se agota, hablaremos de ella en una futura entrega

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Rafael Chaljub Mejía

Columnista de El Día. Dirigente político y escritor.

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