Santo Domingo.- El acoso sexual callejero involucra prácticas como las persecuciones, insultos e insinuaciones sexuales por parte de jóvenes y desaprensivos en la ciudad de Santo Domingo, las cuales se dan con mayor frecuencia en las aceras o áreas peatonales, autobuses públicos y en un segundo lugar en sitios como las discotecas.

Esa es la percepción que tiene una buena parte de los residentes del Distrito Nacional, según un levantamiento hecho por “Catcalls of Dominican Republic” (Movimiento Acosadores de Republica Dominicana), que busca reivindicar de forma “irónica” trazando con tizas de colores en pisos y calzadas las experiencias traumáticas de acoso sexual callejero que viven niñas, adolescentes y adultas jóvenes.

El colectivo trabaja poniendo en alerta los espacios que se tornan peligrosos y facilitan los acosos y violaciones que ponen en peligro especialmente a las niñas y jóvenes.

Muchas jóvenes y niñas sufren acoso al salir a las calles

“Hemos recibido más de 100 experiencias de acoso sexual callejero, en su mayoría procedentes de menores de edad. Las denuncias van desde comentarios sexuales, masturbaciones públicas, hasta amenazas, persecuciones e insultos. Estos datos son recopilados a través del movimiento que recibe denuncias vía mensaje directo”, precisó Rosalía Piña Vélez, co fundadora en el país de Catcalls of Dominic Republic.

La iniciativa busca concientizar a la población.

Este movimiento es uno de 150 capítulos que a nivel internacional conforman la Organización Chalk Back (Organización Respondemos con tiza), que advierten y concientizan sobre la violencia de género en los espacios públicos y semi públicos a través del activismo unido al arte.

El movimiento promueve durante este Mes de la No Violencia contra la Mujer el Festival “La Igualdad Transforma La Ciudad: por espacios públicos libres y seguros para las mujeres” con diversas actividades.

Entre estas figuran impulsar acciones que sirvan para reflexionar sobre la calidad de seguridad en los espacios públicos de Santo Domingo, a través de conferencias, talleres, charlas, documentales, conciertos y otras actividades.

“Este proyecto en el país surgió de una conferencia vía zoom que hicimos en tiempos de pandemia, en donde diferentes colectivos que accionamos y realizamos activismo para promover espacios públicos de calidad entablamos una conversación sobre los desafíos peatonales y en medios de transporte como la bici”, comentó Piña Vélez.

Destacó que el interés de las acciones que impulsan es reivindicar las calles como un espacio digno para todos y todas, y de ese modo educar a las personas para que tengan una mirada más crítica a través del urbanismo feminista que analiza aspectos arquitectónicos del diseño de la ciudad analizando aspectos de seguridad y convivencia: si las calles no tienen alumbrado, si las vías son muy estrechas, entre otros aspectos”, detalló la activista.

En aceras, paredes y calzadas donde ocurren hechos de acoso, el colectivo describe cada situación tal cual se las cuentan.