SANTO DOMINGO.-Gracias a la micropropagación o reproducción de tejidos y células vegetales bajo condiciones estériles en un ambiente controlado, conocido como Cultivo In-vitro en el mundo, y en especial en el país, diversas especies endémicas son preservadas. Esta herramienta es fundamental en un número importante de áreas y técnicas de la investigación y la producción vegetal, relacionadas con lo que actualmente se conoce como biotecnología vegetal.
Yuraisy Rodríguez, ingeniera agrónomo, técnico de la Sección de Cultivo In-vitro del Jardín Botánico Nacional, Dr. Rafael M. Moscoso, resaltó la importancia de este método utilizado desde 1994 por la entidad con la que evitan que especies endémicas en Peligro Crítico de Extinción desaparezcan de la faz de la Tierra. Importancia “Específicamente en el cultivo de orquídeas, el In- vitro es importante debido a que esta familia en su ambiente natural presenta dificultades para lograr la geminación de las semillas y a través de esta técnica se puede obtener hasta un 90 por ciento de germinación. Por eso es una pieza fundamental para reproducir y rescatar esas especies que se encuentra bajo algún grado de amenaza”, comentó la experta. Rodríguez citó entre las especies que se encuentran en el programa de reproducción del Botánico: la Tolumnia henekenii, Tolumnia quadriloba, Tolumnia caloquila, Quisqueya ekmanii, Psychilis vernicosa, las cuales hasta ahora figuran en el laboratorio que cuenta con unos 19 especies, de las cuales el 50 % corresponde a orquídeas endémicas y nativas. Las referidas plantas ornamentales son de gran importancia ecológica debido a que muchas de estas solo se encuentran en la isla, como es el caso de la cacatica y la Quisqueya ekmanii. Proceso El cultivo In-vitro conlleva un tiempo aproximado de 9-12 meses en laboratorio desde la germinación hasta obtener plántulas de al menos unos 5-7 centímetros de longitud. Esa labor de reproducción de las orquídeas implica observar, experimentar y determinar las condiciones necesarias que las especies requieren para su crecimiento. “Con el cultivo In-vitro se producen muchos individuos en espacios muy reducidos”, refirió Rodríguez, quien detalló que la dinámica consiste en tomar una porción de las plantas, sea una hoja, tallo, nudo o semilla antera y colocarla en un medio nutritivo estéril, usualmente gelificado, semisólido donde se regenerará una o más plántulas.
La técnico tocó el tema en una exhibición de sitios emblemáticos del JBN con motivo del 46 aniversario, entre los que figuran el Banco de Semillas, el Herbario Nacional, Mariposario, In-vitro y el Sendero Educativo. El recorrido fue encabezado por el director general, Pedro Nolasco Suárez; Nurys González, subdirectora, y Francisco Jiménez subdirector técnico. El proyecto — Fortalezas Durante el tours, el director del JBN, Pedro Nolasco Suárez presentó el proyecto “Preservación de Plantas amenazadas en Bosque Latifoliados y Nublados de la Cordillera Central”, a cargo de Andrés Ferrer, de la Fundación Moscoso Puello.