
Santo Domingo.- Rencor, dolor, rabia, venganza, resentimiento, amargura y envidia, son sentimientos negativos que dan indicios de que existe odio que hace que las personas pierdan el control de su personalidad.
El diccionario define la palabra odio como una emoción de profunda antipatía, rencor, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa o fenómeno, así como el deseo de evitar, limitar o destruir el objeto odiado.
Según la psicóloga Heidy A. Florián la capacidad de odiar es una característica humana, un sentimiento de raíces oscuras que se define; desde la perspectiva psicológica, como una emoción intensa de ira y hostilidad hacia un individuo, grupo u objeto.
El odio se puede producir por varios motivos como por ejemplo, un disgusto, aversión, rencor, situación que confronta o tensiona o por algo que no se da. Sobre todo, por un conflicto propio que no se dirige hacia una persona determinada, sino hacia sí mismo. Explica la psicóloga.
Según el especialista Robert Ader, investigador de la Facultad de Medicina y Odontología de Rochester, da a entender que "la mente, el cuerpo y las emociones están interconectadas".
Quien lo siente lo sufre más
Además explica que "cuando hay ira u odio, se liberan hormonas y sustancias como la adrenalina, cortisol y prolactina", y que cuánto más tiempo se lleven segregándose y acumulándose, más daño provocan al organismo, especialmente al sistema inmunológico.
Además los investigadores del Laboratorio de Neurobiología del University College de Londres llegaron a la conclusión de que, cuando se siente ira u odio, se activa la zona central del cerebro que se conoce como putamen, así como también la que está ubicada en su superficie lateral, la ínsula. Irónicamente, son las mismas que se activan cuando se produce el enamoramiento será por esto que se dice que del amor al odio hay un solo paso. Es lo que explica uno de los investigadores del laboratorio, Semir Zeki, que es lógico que estas partes del cerebro se activen por tratarse de pasiones llevan al ser humano a actuar de manera irracional y sin medirse.
