Cuidado con el glaucoma, es el asesino silente

Cuidado con el glaucoma, es el asesino silente

Cuidado con el glaucoma, es el asesino  silente

El glaucoma es una enfermedad de los ojos cuyo principal signo es el aumento patológico de la presión del globo ocular, por falta de drenaje del humor acuoso.

El resultado final de esta patología es una pérdida progresiva de las fibras nerviosas del nervio óptico, que ocasiona una neuropatía óptica irreversible, asegura el doctor Remberto Escoto, oftalmólogo y cirujano de vítreo retina del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).

Enfermedad silenciosa

La mayoría de las personas afectadas no presentan síntomas en las primeras fases. Si el glaucoma progresa se crean defectos en el campo visual que se acompañan de pérdida de la visión.

La aparición de estos síntomas puede suponer que el glaucoma está en un punto avanzado de su evolución, señala el cirujano del Cedimat.

El aumento de la presión intraocular es uno de los factores que pueden influir en la aparición de esta enfermedad. Aún así la correlación entre el glaucoma y la presión intraocular no es exacta.

Hay varios tipos

Existen personas con daño glaucomatoso que cursan presiones normales o el caso inverso, presiones altas no patológicas.
Hay varios tipos de glaucoma, sin embargo la forma más frecuente es el llamado glaucoma crónico simple o glaucoma de ángulo abierto, el cual representa el 60 % de todos los casos. Este tipo de glaucoma no tiene relación con otras enfermedades del ojo. Suele ser bilateral, pero con distinto grado de afectación.

Cuando se da por herencia

Se trata de una de las principales causas de ceguera irreversible en el mundo. Cuando hay familiares cercanos diagnosticados de glaucoma, el riesgo de padecerlo es más alto que en la población general. No existe un patrón claro de herencia, pues parece que existen diferentes genes implicados. Su prevalencia es del 2% de la población por encima de 40 años.

Para el diagnóstico de esta enfermedad hay que considerar una edad media y, por supuesto, los antecedentes familiares. Otros factores de riesgo son el sexo masculino, la raza negra, la miopía y la diabetes. Con relación a los hallazgos oculares, un paciente con presión intraocular superior a 21 mm. de Hg. una excavación patológica de la papila óptica, es sospechoso de padecerlo.

Para confirmarlo, lo primero es realizar un examen oftalmológico completo que incluya determinar la agudeza visual y la exploración de las estructuras oculares anteriores y posteriores.

El galeno dijo que en relación a los exámenes diagnósticos, hoy se disponen de equipos especializados que nos ayudan en el diagnóstico y en el seguimiento del glaucoma. La tomografía de coherencia óptica mide el adelgazamiento de las fibras nerviosas. Dicho adelgazamiento se correlaciona con el grado de atrofia de estas fibras.

La campimetría es otro estudio de gran utilidad. El especialista explicó que mediante esta prueba se puede confirmar si existen zonas ciegas o escotomas en el campo visual del paciente.

Además de estos dos exámenes hay otros que aunque son menos empleados, son formas muy sensibles en el seguimiento del glaucoma. La finalidad es poder detectar la enfermedad lo más temprano posible.

En caso de que la enfermedad ocular ya exista, se debe determinar el tratamiento que el paciente debe realizar. A partir de aquí se realiza un seguimiento con visitas semestrales.

En cada visita se hace una exploración ocular completa. Se confirma que la agudeza visual se mantenga sin variación y se repiten los estudios diagnósticos.

La idea es comparar los resultados semestralmente para determinar que el tratamiento hipotensor ocular sea suficiente y que el glaucoma no muestre progresión.

En relación al tratamiento, en la actualidad se emplean diversos medicamentos para tratar el glaucoma.



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